* ¡Vamos, sígueme!- me gritaba él.
-¡ No! ¡Si vamos por ahí nos verán!
-¡Pero podremos dispararles!En ese momento ví como su mirada de quedaba clavada en la mía mientras intentaba decirme algo.
-¿¡Qué!? ¿Qué pasa?- me fuí a acercar a él pero en el momento fuí consciente de lo que ocurría.
Ví un pequeño hilo rojo escapando de su boca, seguido de más sangre.
-¡No! No, por favor, no te vayas, ¡ésto es injusto!- grité entre lágrimas presa del pánico corriendo hacia él.
De repente cayó al suelo y susurró:
- Descúbrelo.
-Noo- grité empapada en lágrimas.*-Aiden, venga despierta.
Me desperté de un salto sin entender nada.
-Estabas soñando- me dijo mi hermano.- te toca trabajar hoy.Mi madre tiene un bar a dos calles de mi casa. Cuando no hay trabajadores suficientes para atender las mesas, vamos mi hermano o yo.
Me levanté, me vestí con el uniforme del trabajo y bajé a desayunar.Al llegar al local ví a mi madre discutiendo con un extranjero.
- No se puede compartir el menú, lo siento.
-Pero el niño es pequeño, no puede comer un menú él solo - decía él.
- Hay menú infantil, está en esta parte de la carta...
-¡No voy a pagar otro menú para él solo!
-Oiga- intervino Finn- le han dicho que no se puede compartir, si no le gusta, vallase por favor.Susurró unas frases en ¿ruso? ¿búlgaro? No sé en qué idioma era, y pidió un menú infantil para su hijo.
Me dirigí a la cocina y más tarde entraron mi madre y Finn.
-¿Qué tal, hija?
- Bien, ¿y vosotros? ¿Mucho trabajo?
- Lo normal, pero no pueden venir ni Margot ni Ryan.
-¿ Y eso?- son dos trabajadores que no suelen faltar.
- Ryan está malo y la madre de Margot está ingresada.
- Bueno- me gire en dirección a la puerta que justo estaba abriéndose dejando paso a un grupo de chicos.- Nueva mesa. Voy a llevar cartas.Me dirigí a la puerta con varias cartas y algunos se quedaron mirándome.
- Bienvenidos, ¿cuántos sois?
-Somos 6.Les dirigí a su mesa y les entregué las cartas.
Al girarme me dí cuenta de que la mesa de extranjeros se iba.
- Perdona, ¿nos tomas nota?- preguntó un chico de la mesa.
- Ya veo el tipo de persona que eres, el que pide la cuenta y todo eso cuando vais a comer fuera- dije riéndome. En verdad se notaba bastante que el no era vergonzoso y que era el extrovertido del grupo.- Sí- dijo mientras todo el grupo se reía.
Les tomé nota y me fuí a la cocina.
Fuí llevándoles los platos y cuando me dí la vuelta al entregar el último plato me quedé petrificada mirando hacia la puerta.
Era él. El chico de mi sueño.--------------------------------------------------------------
¿ Quién será y porqué soñó con él?
Hay muchas incógnitas sin resolver aún.
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CONMIGO O SIN MÍ
Romansa¿ Y si no todo es lo que parece? ¿ Y si lo que dabas por hecho, en verdad esconde una verdad que ni te imaginas? Las apariencias engañan. Mucho.