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– ¿Como han ido las cosas en la universidad, Ibuki?-

Ibuki, Kaede y Sayaka, se habían reunido para pasar el rato, actualmente, Kaede era estudiante de segundo año en Pico de la esperanza; Sayaka estaba en tercero, e Ibuki ya se había graduado.

– A veces es muy agotador, pero afortunadamente Mikan nunca falla en hacerme feliz para poder tener ánimos durante todo el día- Ibuki sonrió, todo se sentía perfecto

Kaede finalmente se había reunido con Miu, Sayaka, Ibuki sospechaba que Sayaka sentía algo por una de las gemelas Enoshima.
Ibuki por su parte, era feliz con Mikan, había Sido Difícil a veces, pero ella y Mikan podían sostenerse emocionalmente apoyándose en la otra.

Mientras Ibuki estaba con sus amigas, Mikan estaba en su dormitorio colocándose algunas tiritas para unos cortes.

Había ido a la farmacia para conseguir unas pastillas para su ansiedad, pero por alguna razón unos chicos la golpearon de camino a casa, nisiquiera sabía quiénes eran esos chicos, solo sabe que le robaron el dinero que traía encima y que le dejaron un ojo morado, labio partido, además de varios moretones.

Mikan suspiró cuando terminó de desinfectar los cortes y colocar tiritas, su reflejo era horrible, las chicas eran hermosas y Mikan no lo era.

Las chicas tenían el cabello arreglado y sedoso, el de Mikan era desordenado y enredado.
Las chicas tenían la piel suave y maravillosa al tacto, si bien Mikan sentía que su piel estaba bien, no podías tocarla sin que a los pocos segundos sintieras una tirita, venda, moretón, cicatriz.

Mirandose en un espejo de cuerpo completo, Mikan se quitó la ropa para verse completamente.

Ella era, desagradable.

Ella era relativamente pequeña, su cabello le llegaba hasta la cintura y era un desastre, su pierna derecha y su brazo izquierdo cubiertos con vendas después de intentos de acabar con todo fueran detenidos por su cobardía; las cicatrices en su otro brazo y su otra pierna eran Visibles, estos nisiquiera fueron hechos por ella misma; piel demasiado blanca por las pocas veces que salía de casa desde niña, ojeras por noches sin dormir, un cuerpo asquerosamente delgado porque alguien como ella no debería merecer comer.

Mikan se colocó una sudadera más grande que ella misma para cubrirse, antes de acurrucarse en el suelo.

Mikan nunca entendió.

¿Que había hecho ella para que todos la odiaran?

¿Porque su madre y su padre nunca la amaron?

Mikan apretó los labios al pensar en ellos, el recuerdo brillaba en su mente como si apenas hubiera Sido ayer.

Su madre la golpeaba mientras una pequeña versión de si misma lloraba preguntando porque lo hacía.

Su padre, las grandes manos su padre recorrían su cuerpo cada noche, el cuerpo de Mikan había dejado de ser suyo hace mucho tiempo.

Todavía no comprende, que fue lo que hizo ella que pudo hacer que todos la odiaran.

Ella siempre estaba dispuesta a ayudar, era gentil, tal vez un poco tímida, pero muchos adultos la querían, incluso se preocuparon cuando vieron a la niña salir de casa cubierta en vendas.

Mikan abrazó sus piernas a su pecho, pensó que lo había superado, pensó que mientras tuviera a Ibuki todo estaría bien.

Pero ella simplemente no puede.

C r y i n g eyes ××× From Blonde CoffeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora