– Oye Mikan- Ibuki tocó la mejilla de Mikan, que saltó un poco por el repentino contacto- Ibuki quería preguntar si te gustaría salir con ella hoy- Ibuki le dió a Mikan una sonrisa hermosa, Mikan nunca se sentía capaz de decir que no a la sonrisa de Ibuki.
– Seguro, me encantaría- La estudiante de medicina estaba complacida por tener la compañía de Ibuki.
Para Mikan, Ibuki era un faro de luz que la guiaba hacia donde debería dirigirse, si Ibuki no estaba, Mikan se perdería eternamente.
Para Ibuki, Mikan era como un cachorrito.
El cachorro amaba estar acompañado de su dueño, su persona amada; pero cuando su dueño se iba, el cachorro no sabía que hacer y solo se sentaba a esperar que su amo regresara.
Ibuki pensaba que si bien era una linda comparación, no era buena.
Ibuki no quería que Mikan caminara aferrada a Ibuki, que su vida dependiera de las decisiones de Ibuki.
Ella quería que Mikan viviera bajo sus propios pensamientos, que fuera capaz de existir sin Ibuki.Sin embargo, los problemas de abandono de Mikan no permitían que Pudiera sostenerse sin que Ibuki estuviera ahí.
Ibuki no estaba segura de que hacer, quería que Mikan se sostuviera por su cuenta, pero al mismo tiempo, no quería que lo hiciera; sentía que se lastimaría, Mikan era tan delicada y frágil, Ibuki no quería apartarla de sus cuidados.
Así que solo se mantuvo sosteniendo a Mikan en un abrazo protector, no podía dejar a Mikan, no podía arriesgarse a que saliera herida.
¿Porque se sentía tan perseguida?
¿Porque sentía que las miradas estaban sobre ella?Mikan estaba sentada fuera de una heladería esperando a Ibuki, pero se sentía terriblemente asustada.
Podía escuchar a unas chicas cerca de ella que hablaban sobre lo mal que se veía su cabello.
No es como si fuera su culpa que sus compañeros lo cortaran cada vez que tenían la oportunidad.
Hablaban sobre lo rara que se veía su piel blanca.
Su Madre nunca la dejaba salir cuando era niña y la ansiedad tampoco le hace querer salir actualmente.
Ella no tenía la culpa de eso, no era su culpa.
¿Siguen mirándola?, ¿Por qué no dejan de mirarla?.
Mikan comenzó a temblar a la idea de que la gente la estuviera mirando, no sabía si las miradas realmente estaban sobre ella y tenía demasiado miedo de alzar la vista y comprobarlo.
– Ibuki está de vuelta, Mikan-Chan!- Ibuki se acercó con 2 potes de helado y una brillante sonrisa- Para ti el de vainilla y para Ibuki de fresa, ¡Podemos compartir!-
Mikan sonrió al sentir la presencia de Ibuki cerca de ella- Gracias Ibuki- Mikan tomó el helado de la mano izquierda de Ibuki, para luego entrelazar sus dedos- Ibuki, um, podemos, ¿Podemos ir a casa?
Ibuki le dió una mirada pensativa antes de sonreír- Seguro Mikan-Chan, cualquier cosa que te haga sentir cómoda- Ibuki acarició el dorso de la mano de la contraria antes de caminar hacia su dormitorio nuevamente.
Estando en casa, ambas comían los helados en un tranquilo silencio, Mikan tenía su cabeza apoyada en el hombro de Ibuki.
– Estabas incómoda, ¿Verdad?- Preguntó Ibuki de repente
– ¿A qué te refieres?-
– Afuera, en la heladería- Ibuki pasó un brazo por los hombros de Mikan y enredó sus dedos en su cabello.
Mikan se relajó en las caricias de Ibuki- Lo siento, yo–
- No lo sientas, Mikan-Chan no hizo nada malo-
Mikan no volvió a responder, solo disfrutó de la compañía de Ibuki.
Chapter Name: If We Could Just Be You And Me In The World
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C r y i n g eyes ××× From Blonde Coffee
FanfictionDespués de ver a su amiga rubia saliendo con la otra chica rubia, Ibuki Mioda asumió que todo sería divertido a partir de ese momento. Eso asumió, hasta que lentamente las heridas pasadas de Mikan, comienzan a abrirse sin intenciones de volver a cer...