A veces nos perdemos en el camino, a veces nos olvidamos de lo que somos y actuamos como otra persona... herimos a quien nos ama.
A veces es difícil reencontrarnos, pero vale la pena intentarlo
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Esta historia es de mi autoría y es tu decisión d...
No habíamos salido en toda la semana, estar con Amy era realmente especial. Habíamos creado un vínculo instantáneo, ella se había abierto conmigo y tuvimos varios momentos especiales para las dos.
-Era la tercera escuela a la que me cambiaban ese año- dijo Amy algo decepcionada- Intenté adaptarme por papá, pero era insoportable
-Me sorprende todo eso, no pensé que aún existiera el bullying y todo eso- estábamos acostadas en una cama improvisada en el balcón, hacia frío pero no nos importaba... Mirábamos al cielo
-Cuando mamá estaba, ella me ayudaba a llevarlo mejor pero, después de morir...- se detuvo un momento- después de morir me volví aún más retraída y eso hacia que me molestaran más... No tenía amigos así que nadie me defendía en ese entonces
-Lo entiendo, lo lamento. Debió ser difícil perder a tu mamá- la miré y su mirada estaba perdida en algún punto en el cielo
-Lo sigue siendo, pero papá se ha esforzado y déjame decirte que Demi ha sido una gran ayuda para mí, estoy muy agradecida- me dió una sonrisa
-Ella es demasiado especial, es como mi mamá favorita. Pero no sé lo cuentes a mi madre- dije bromeando y ambas reímos
-Ahora háblame de ti- dijo viéndome de medio lado
-No soy muy interesante, tampoco tengo amigos y no me llevo bien con mi papá- dije sin mirarla
-Tienes novia?- soltó y la miré con mis ojos abiertos como platos- Tranquila que Demi me habló de tu condición antes de venir
-Ohh, ya veo. Ehmm..- me removí inquieta
-Lamento si te incomodé con eso, ella me contó porque lo creyó necesario y...- la detuve
-No no, no es eso... No me molesta- acomodé mi cabello- sobre tu pregunta... Tenía a alguien pero...- mi garganta se cerraba mientras un nudo se formaba en ella
-Ya veo... No tienes que contarme si no estás lista- acarició mi mejilla
-La lastimé y... Me siento muy culpable, aún la quiero mucho- las lágrimas se escapaban de mi mejilla
-Estas cosas pasan, Em... Ya verás que si están hechas la una para la otra, se van a arreglar- me dió una sonrisa y yo le correspondí
-Estoy tan feliz de que estés aquí, no sabes cuanto
-Tambien yo Em- nos miramos y ambas volteamos de nuevo a ver las estrellas, la noche estaba preciosa.
En un acto de cariño de ambas, nuestras manos se encontraron y realmente me sentí segura, en familia... Tenía alguien con quién contar y Amy también se había vuelto importante para mí.
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