A veces nos perdemos en el camino, a veces nos olvidamos de lo que somos y actuamos como otra persona... herimos a quien nos ama.
A veces es difícil reencontrarnos, pero vale la pena intentarlo
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Esta historia es de mi autoría y es tu decisión d...
Luego de que Emma y Alaska se fueran, me quedé un poco inquieta. Me costaba socializar con desconocidos pero, Emma me pidió que me relajara un poco y lo intentara así que aquí estaba.
-Cuantos años tienes Amy?- Ellie preguntó
-Eh?- estaba algo distraída- oh! 23
-Asi que eres mayor que Emma
-Si, pero ella me cuida como si fuera mayor que yo
-Dominante siempre- dijo Gabriel y todos reímos ante el doble sentido
-Hace cuánto estás aquí?- Ellie parecía tener un montón de preguntas
-Un par de meses nada más
-Eso quiere decir que no conoces la ciudad?- de nuevo
-Ahm.. Emma me mostró algunos lugares
-Entiendo y...- se disponía a preguntarme algo más pero Gabriel la interrumpió
-Pero por Dios! Déjala respirar, pensara que la estás interrogando- reí un poco
-No me molesta- dije sonriendo
-Ves? No seas metido- me causó gracia como se trataban
-Por qué no salimos a recorrer un poco la ciudad?- ofreció Gabriel
-Quieres?- Ellie me preguntaba
-Y Emma?
-Tranquila, llegaremos antes. Sospecho que se van a tardar- Gabriel bromeó y todos reímos
-Bueno, vamos
Tomamos nuestros abrigos y fuimos al coche de Ellie, me abrió amablemente la puerta del copiloto y Gabriel se subió en la parte trasera. Ellie condujo por algunos parques populares, centros comerciales y estadios. Entramos a un local para tomarnos unos granizados, hablamos un poco mientras estábamos ahí.
Ellie me miraba de una forma que no podía descifrar, no quería imaginarme nada pero... Me hacía sentir especial. No podía negar que era linda, la observé mientras le decía algo a Gabriel, sus facciones eran lindas...
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Me atrapó mirándola y sentí mis mejillas arder, bajé la mirada y tomé un poco de mi bebida.
-Son las 11, chicas quiero irme ya a mi casa- Gabriel miraba su reloj
-Bien, pasemos a dejarte a tu casa
Nos levantamos para encaminarnos al auto, minutos después habíamos dejado a Gabriel en su casa y Ellie ponía su auto en marcha de nuevo. No sabía por qué pero estaba algo nerviosa...
