El niño ruso huía de los brazos del latino. Argentina era el mejor niñero que podría existir. Era atento, amoroso, solía hacer lo que su padre nunca hacia con él, pasar tiempo de calidad.Martín era rápido por lo que logró agarrar al infante de su cintura y alzarlo en sus brazos de mientras repartía cálidos besos sobre su mejilla y cuello ocasionando las risas de aquel niño con sangre azul.
El ex príncipe ruso se permitió abrazar a su niñero con fuerza. Sin duda alguna era divertido estar a su lado y prevalecer con él seria lo mejor que le pudriera pasar en su vida.— hora de irse a la cama. — informó el de bandera albiceleste. Impidió que el de ojos violetas escapará aferrándose a él más.
Iván hizo un puchero. — нет, нет, я пока не хочу спать. [no, no, no quiero irme a dormir todavía]. — era verdaderamente adorable, tanto que ponía en una situación difícil al argentino en si dejarle estar aún despierto u obedecer a las ordenes de U.R.S.S.
— oh ~ vamos pequeña colonia, tienes que descansar para mañana partir a tus territorios con tu padre y tus hermanas.
— yo no quiero irme de aquí. — habló en español poco fluido. Martín se encargaba del estudio de la lengua en el pequeño por lo que había veces en las que el de cabello plateado se expresaba con determinados términos argentos. Algunas veces mexicano, aquel otro país se encargaba de vez en cuando del principito.
— ¿y eso por qué?. Pensé que extrañarías a tu familia, a tus amigos, a tu padre... — logró llevarlo al dormitorio. Lo dejó sobre la cama, se encargaría de vestirlo con su pijama.
— совсем немного, но я хочу продолжать быть здесь с тобой, Лаутаро и другими. [solo un poquito pero quiero seguir estando acá contigo y con Lautaro y los demás]. — los provincianos habían sido tan cariñosos con Iván que esté mismo ya hasta los veía como hermanos mayores. Solían ser tan atentos con él, lo llevaron a conocer cada recóndito lugar de está hermosa nación de su niñero. Se había enamorado de la cultura, más bien, se había enamorado del representante.
— entiendo — dijo el mayor. Le colocó una playera blanca y pantalones cómodos para descansar — pero aunque más quisiera que te quedaras para siempre aquí a mi lado no puedes hacerlo. Tienes tu territorio en Europa. Tu padre me destruiría si tan solo supiera que quieres pertenecer a mí.
— por favor Tincho. — suplicó tomándolo de la cara y acercándolo a él — Quiero quedarme aquí un poco más, aunque sea eso.
— sos todo un caso. — acaricio el cabello del menor. Ocasionó un ligero sonrojamiento de su parte y una rápida palpitación de su corazón — Dale, dormite' que mañana será un día pesado.
Suspiró. — Xорошо. Как ты говоришь. [Bien. Como digas].
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D E S C E N D I E N T E© | RusArg | Hetalia O.c.
De Todo«ᴇxᴘᴇʀɪᴍᴇɴᴛᴏ ɴ°65: ᴇxɪᴛᴏꜱᴏ» Corrupción, guerras frías / armamentistas, países rebeldes... La O.N.U. estaba harta de todo aquello. A su mente la idea de nuevas colonias no dejaba de resonar, que fuesen mucho más perfectas que los países de ahora. Var...