⸙┊once; mate

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El capitulo sera cortito, pero ya cumplo con subir algo.

Hoy había llegado el momento por el cual Argentina tanto ha estado pensando

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Hoy había llegado el momento por el cual Argentina tanto ha estado pensando. Hoy la combinación de A.D.N. suya y del ruso se convertiría en un verdadero argentino.

De mientras él estaba parado y su hijo sentado en la mesa de la cocina, los representantes de provincias veían todo sin perderse ningún movimiento de su nación desde la lejanía de la puerta. Russia no comprendía al máximo lo que iba a pasar, de hecho, él siempre creyó que Argentina y las provincias del mismo eran bastante raras y muchas veces lo sorprendían con sus ocurrencias. No solo a él.

— ¿entonces?, ¿qué haremos?. —luego de estar casi media hora en silencio y solo viéndose a los ojos, Rusvenia decidió romper el hielo de una vez.

Argentina prevaleció con un gesto serio, lo que fuera que iba a pedirle que hiciera, seguramente era bastante importante.
Dejo en frente de Diego yerba, azúcar, agua hervida y un mate con bombilla vacío listo para ser utilizado.

— Diego, —habló él con un tono no común suyo— llegó el momento de que te conviertas en un verdadero argentino.

Rusvenia intento comprender, pero no lo hizo al máximo por lo que intento buscar ayuda en su padre Russia, esté de igual mostró confusión.

— ¿y cómo lo haré?. ¿Tengo que golpear a alguien con esto?. —levantó el mate casi tirando la bombilla por accidente.

— ¡no pelotudo!. —gritó Martin devolviendo el objeto a su lugar como antes—. Te voy a enseñar a preparar un verdadero mate.

— ¿mate?. —indagó. Aquella palabra era nueva para él—. ¿Es una bebida suya?.

— ¡eso es vida hermano!. —sintió el gritó de Lautaro desde la puerta. El mismo se había emocionado.

— ¡es el elixir de los Dioses!. —exageró Misiones.

— ¿ves?, del modo en el que tus 'hermanos' adoran al mate, vos vas a adorarlo de igual. —exigió Argentina de mientras se sentaba delante de su hijo—. ¿Estas listo?.

Diego tan solo asintió. Si tan importante era está bebida para su familia, intentaría hacer la mejor de todos para no defraudar a nadie.

Decir que fue un desastre les estaría mintiendo, pero si les digo que fue todo un caos no los engañaría.
Accidentalmente, Rusvenia volcó el agua hervida sobre su mano provocando que no solo volteara todo su procedimiento, sino que la poca agua que vertió en el mate cayera sobre Argentina.

— de acuerdo, —procedió a hablar luego de haberse quitado los pantalones por estar estos calientes gracias al liquido hervido— no estuvo tan mal, para la próxima lo harás bien.

Ambos eran atendidos, por sus quemaduras de primer grado, por Russia.

— ¿y si mejor omites la preparación de tu bebida caliente y le enseñas otra cosa a Diego?. —sin duda alguna, Iván se preocupó demasiado por ambos, aquello fue bastante peligroso.

— ¡ni que me fume tres porros dejo esto!, Diego debe de aprender a hacer mates como un verdadero argentino. —aclaró de mientras le aplicaba la pomada en su pierna.

Fueron varias veces en las que Rusvenia y Argentina se sentaron en la mesa a practicar a hacer un mate. ¿Tanto drama solo por una bebida caliente nacional?. ¡Es Argentina, gente!, ¡el ama exagerar las cosas!. Pero ahora tenía su: por qué; el mate representa a está nación, lo representa a él y a su cultura. Un hijo suyo que no aprecia del todo el mate, no es del todo argentino. Sabe que Diego comparte tanto genes suyos como rusos, pero él está empeñado en hacerlo como a su semejanza.

Había llegado el momento del segundo intento. Sin duda alguna, ahora estaban preparados. Argentina unos pasos lejos de la mesa y Rusvenia atento a todo. El mismo decidió usar el ushanka que Iván le regalo, le daría bastante suerte.

— ¡tu puedes hijo!. —gritó el ruso desde el mismo punto que las provincias, alentando al descendiente.

Podía hacer dos clases de mate: amargo o dulce. Era su decisión y él prefirió hacer el dulce, esté tenía un poco más de complicación. No debía de estar ni muy dulce ni tan dulce, sino centrado en dulzura.
Con la cantidad exacta de yerba y azúcar, había llegado el momento de echar el agua. Lo hizo todo bien y el degustador se aproximó.

Tincho tomo y chupo de la bombilla el liquido caliente. Todos estaban en suspenso, esperando la devolución.

— Diego, —no había ruido alguno, parecía ser que el mismo país se había callado— eres oficialmente un argentino.

Las provincias gritaron de felicidad lanzando confeti. Russia abrazó a Rusvenia y Argentina casi lloro de orgullo. Sin duda alguna, estos días fueron bastante extraños para Diego.

 Sin duda alguna, estos días fueron bastante extraños para Diego

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Todos los Argentinos en ese momento:

No se hagan drama que ya falta poquito para que vayamos a Rusia – en la novela xd –

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No se hagan drama que ya falta poquito para que vayamos a Rusia – en la novela xd –

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