Me lo pasé muy bien con España, aun sabiendo que todo es parte de mi imaginación. Nos fuimos a plantar al campo y después comimos unos cuantos tomates, a mí no me gustan pero hice lo mismo que con el té de Inglaterra, me inventé otro sabor. Al despertar se volvió a repetir toda la rutina matinaria de siempre, en el instituto no cambió nada hasta la hora del patio.
- ¡Hola Coraaaa! - un grito me hizo salir de mis pensamientos.
- ¡Buenas Mirnaaaa! - le devolví el grito haciendo movimientos extraños en el aire. Todo el mundo nos miraba, pero creo que todos ya nos habíamos acostumbrado a estas escenas. Mirna es un poco mas alta que yo, pelo marrón claro y con ojos color miel mezclado con verde, además de que tiene la cara llena de pequeñas pecas y su piel es pálida. Y yo era casi todo lo contrario, con pelo rojizo tintado, morena de piel, pero no mucho, solo lo justo y por pecas solo me verás una cerca de la ceja izquierda.
- ¿Qué tal estas hoy? - me preguntó mientras nos abrazábamos.
-Meh... Aburrido, la misma rutina de siempre - respondo apartándome. En ese momento llega Luis, me saluda con el golpe de siempre y empieza a besar a Mirna. Aunque ya estoy acostumbrada a esta escena me aparto y me apoyo en una pared, no tengo ganas de ir con el grupo aún.
- ¿Qué te pasa Cora? Te veo deprimida... - me dijo Mirna acercándose, parece que ya ha terminado de morrearse con Luis.
- Normal, estoy rodeada de parejitas besuqueándose. - respondí con un suspiro.
- Tú lo que necesitas es una persona que te quiera - aseguró Mirna - Solo tienes que encontrarla, ¿Qué tipo de chico te gusta?
- ¡PRUSSIA! - Grité
- DENEGADO
- ¡INGLATERRA!
- NOP - volvió a negar.
- Estados Unidos
- NEIN
- ¿Romano?
- Personajes de Hetalia o de otros animes no vale, tienen que existir en la vida real - dijo tirándome de la mejilla.
- Jo... Pero en mi mente si que existen... - dije susurrando
- ¿Has dicho algo? - respondió Mirna con cara amenazadora.
- Nada~~ - dije mientras me daba la vuelta, alejándome y despidiéndome con la mano.
- ¡Espera Cora! ¡No hemos terminado de habla-! - no le dio tiempo a terminar la frase cuando Luís le agarró por la espalda.
- Tú te quedas aquí conmigo - dijo con una sonrisa maliciosa.
- P- pero tengo que terminar de hablar con Cora - dijo con cara enfadada.
- ¡Nos vemos al salir de claseee! - respondo sacando la lengua.
-¡Coraaaa! - gritó Mirna
..........
Mas tarde cuando estaba en casa, me acordé de que tenía que ir a comprar unos materiales que necesitaba para dibujo artístico. Bajé de mi casa y fui dirección a la tienda donde siempre suelo comprar. Está justo enfrente de mi edificio, es una tienda muy bonita con un gran escaparate y unas escaleras para entrar, al pasar por la puerta se oye unas campanitas sonar, nada mas entrar se ve que todo está lleno de materiales de dibujo y parece que está desordenado pero si te fijas bien todo tiene su lugar. Al adentrarme un poco mas veo la mesa donde está un ordenador que supongo que utilizará para hacer las cuentas y en una silla al lado de la mesa veo una caja con una manta y encima de ella un gato rechoncho con cara serena, se llama Kuki y me recuerda mucho a Japón en su forma de gato, aunque ya todos los gatos me recuerdan a los de Hetalia. Empiezo a acariciarle cuando noto que una cortina se mueve y de ella aparece la Sra. Sato, una mujer de baja estatura que rondará los 70 años, pelo grisáceo, pero en su juventud era negro y muy largo según me comentó ella, era muy dulce y tenia una cara serena, además de que es asiática, o mejor dicho, de Japón.
- Hola Cora, que alegría verte - me dijo al verme acariciando a Kuki.
- Igualmente Sra. Sato.
- ¿Qué te puedo ofrecer hoy? - Me pregunto apoyándose en la mesa.
- Pues venía a por acuarelas y carboncillo - contesté.
- Pues mira que casualidad que hoy me han llegado unas acuarelas muy bonitas y a buen precio, voy al almacén a buscarlas y enseguida vuelvo. - Me dijo con una sonrisa mientras que iba al final de la tienda donde se estrechaba, abrió la puerta y entró. Mientras buscaba los carboncillos que me gustaban escuchaba la música relajante que había de fondo.
- Aquí están - dijo mientras ponía las acuarelas encima de la mesa. Eran preciosos los colores, eran eléctricos justo como a mi me gustan.
- ¡Son fantásticos! - Afirmé saltando de alegría.
En ese momento el teléfono empezó a sonar.
-Un momento Cora, subo a ver quien es y enseguida estoy contigo - dijo subiendo las escaleras hacia el segundo piso. Dejó la puerta del almacén abierta y claramente no iba a desaprovechar esta oportunidad y así acabar con mi curiosidad. Entré a la sala, tenia una tenue luz blanca, al introducirme más pude observar que en medio de todos las estanterías había una caja que llamaba la atención por estar muy cuidada además de no tener nada de polvo. Decidí abrirla y dentro me encontré una foto, la miré detenidamente y casi me caigo de culo, ya que era una imagen de todos los personajes de Hetalia. ¿Qué hace esto aquí? ¿A la Sra. Sato le gusta Hetalia? Dejé la foto y la caja donde estaba y seguí investigado, aún oía a la Sra. Sato hablar por teléfono. Otra cosa me llamó la atención, ya en el final de la sala vi una manta blanca que tapaba algo, la aparté lentamente dejando ver un precioso espejo con bordes de oro y plata, además de tener grabada las iniciales I.R. en la parte superior. Me fascinó lo limpio que estaba, hasta parecía que podía atravesarlo, fui a tocarlo cuando oigo que la Sra. Sato está bajando las escaleras, me giro rápidamente para mirar la puerta y salir de allí cuanto antes, intenté dar un paso hacía delante, cuando me enredo con la manta y caigo hacia atrás.
Esto va a doler pensé mientras caía y todo se volvía negro...
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¡Y AQUÍ EL COMIENZO DEL SALSEOOOOO!
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¡HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULOOOO!
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This is a dream - Hetalia
Fanfiction¿Qué fan de Hetalia no ha soñado con conocer a sus personajes favoritos y poder hablar con ellos? Pues esto es lo que le pasa a nuestro personaje principal Cora, una chica que le encanta Hetalia y que por capricho del destino entrará en el mundo de...