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Bradley.

Pasé directo a los vestuarios quitándome el maldito uniforme nada más entrar. Demonios, me dolía cada parte del cuerpo que podía sentir algo. Los gritos de todos llegaron a mis oídos mientras veía como los muchachos entraban con sonrisas y carcajadas al lugar.

Los ojos de George se encontraron con los míos y entrecerrándolos caminó en mi dirección. Desde hace un par de semanas cuando dejé de faltar dejó de estar sobre mí queriendo explicaciones, estaba enfocado en el juego y en el final de temporada, y eso a el parecía gustarle.

Bien. Perfecto para mí porque no estaba de humor para dar explicaciones de nada.

Mis ojos se posaron en un Kyle en la esquina metiendo con fuerza algunas cosas en su casillero y observando por el rabillo del ojo la tumultuosa ferocidad a su alrededor.

Bajé la cabeza y escondí la sonrisa en mi rostro. Desde que Verónica nos mensajeó a todos hace una semana pidiéndonos que nos olvidáramos del cumpleaños del imbécil porque ella y Sam estaban preparando algo, simplemente todos dejamos de lado que íbamos a sacarlo a celebrar. El muy idiota de verdad creía que incluso George se había olvidado de él.

Lo más gracioso fue cuando hace un par de horas una Verónica demasiado eufórica y contenta se acercó a nosotros con un pequeño cupcake. La sonrisa de Kyle apareció hasta que ella ignorándolo le dio un gran mordisco al glaseado sin importarle en lo absoluto nuestro amigo consternado.

Para Sam parecía no ser difícil ignorar a su novio, había ido por ella al aeropuerto hace unas horas cuando me escapé del entrenador y del equipo. George no me chistó al llegar solo porque sabía que lo había hecho por Kyle, solo salí y la dejé en Dirty Drinks con un T.J demasiado preocupado por lo que le depararía la noche con ella como anfitriona.

— Hoy no habrá entrevistas, muchachos. —anunció el hombre con una sonrisa. —Tomense la noche para relajarse, vayan a casa y espero no verlos pronto. —se burló, caminando hacia la salida y perdiéndose entre las puertas.

Uno a uno fueron saliendo y cuando menos lo pensé ya solo quedábamos Lucas y yo. Kyle no estaba por ningún lado, seguro salió corriendo furioso porque eran casi las ocho y ninguno de sus amigos se acordó de su cumpleaños, podía ser un tanto infantil si se lo proponía el muy idiota.

— Lucas. —los ojos azules del hombre se enfocaron en mí cuando se giró, dejando de lado su teléfono. —¿Todo bien? —escaneé su postura y me preocupé un poco. La mirada nerviosa me recibió al verlo asentir.

— ¿A qué hora tenemos que estar allá? —me cambió el tema con rapidez, guardando el teléfono en el bolsillo de su sudadera. —Pasaré por su auto a casa de Erick. —hice una mueca, el regalo no le iba a gustar mucho cuando lo viera.

Su deportivo y único hijo durante los últimos dos años había sido remodelado un poco cortesía de las grandiosas ideas de Grand.

Todos la habíamos tenido difícil hoy, de por si ya era complicado el hecho de que estaba aprendiendo a sobre llevar su relación a larga distancia con Sam, no quería imaginar como se estaba sintiendo justo ahora. La mujer había partido hace tres semanas y Kyle se estaba esforzando en no llamarla cada hora para decirle sus sentimientos. Sabía que se querían, y que no era el más adecuado para hablar de paso, pero debían sentar buenas bases en su relación si querían salir adelante. Ella aún tenía tres meses por delante por lo que sabía para que su contrato terminara y no le ayudaba a la estabilidad de Kyle el hecho de que la quisieran nombrar jefa de recursos humanos en Chicago.

Tomé mi celular entre mis cosas y busqué el chat con el hombre. La foto con el resto del equipo se había ido y un perfil en blanco me recibió.

Solté una carcajada y le mostré el celular a Stark. Su sonrisa apareció y buscó rápidamente en el suyo para comprobarlo. —Que resentido. —soltó sin contener la burla. —Y creo que esto no le gustará en lo absoluto. —extendió el aparato hacia mi y simplemente me eché a reír al notar la sonrisa de Sam llenando la pantalla junto a Hannah y Katy.

LOCKER ROOM (Kings Of the Game #5) SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora