𝑬𝑳 𝑴𝑰𝑺𝑻𝑬𝑹𝑰𝑶 𝑫𝑬 𝑨𝑵𝑼𝑩𝑰𝑺 || 𝑱𝑬𝑹𝑶𝑴𝑬 𝑪𝑳𝑨𝑹𝑲𝑬

𝑳𝒂 𝑳𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒂

———————————————————————————— 𝑳𝑶 𝑼𝑵𝑰𝑪𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑺𝑬 𝑬𝑺𝑪𝑼𝑪𝑯𝑨𝑩𝑨 𝑬𝑹𝑨 𝑬𝑳 𝑻𝑹𝑬𝑵 𝑰𝑹𝑺𝑬 𝑫𝑬𝑺𝑷𝑼𝑬𝑺 𝑫𝑬 que las hermanas Martín bajaran del tren, una vez abajo fueron a la parte trasera de la estación para esperar el taxi que las llevaría a su nueva escuela como la llamaba la rubia o cárcel británica como la
llamaba la pelirroja.

—Te dije que te dieras prisa Nina — dijo la pelirroja en reproche a su hermana.

—No vamos taaan tarde —dijo relajada la rubia.

—¡Claro! solo vamos 15 días tarde —dijo irónica la pelirroja.

Después de esperar unos 2 minutos, un auto negro se veía a lo lejos, las hermanas suponían que ese sería su transporte hasta el internado.

—¿Las hermanas Martín? —preguntó el hombre que conducía el auto.

—Si! —dijeron las dos hermanas al mismo tiempo.

—¿Norteamericanas? —volvió a preguntar el hombre mientras ayudaba a subir las maletas de ambas chicas.

—Si, ¿Cómo lo supo? ¿Por el acento? —Cuestionó la rubia.

—Cariño, llevas la bandera en tu maleta —Contestó su hermana.

Nina en un rápido movimiento, Quito La bandera de América con la excusa de que todos notarían que no es de este lugar.

En cuanto el hombre subió las maletas emprendieron camino hacia donde sería el nuevo hogar para ambas hermanas.

Mientras su hermana conocía y hablaba con él hombre que las trajo la pelirroja sólo se limitaba a decir monosílabas y a mirar por la ventana.

Siempre había sido así, Nina siempre había sido la más sociable de ellas dos.

Nina confiaba ciegamente en las personas, mientras que Clary desconfiaba de todo el mundo, excepto por su hermana, en su hermana confiaba ciegamente y se entendía que fuese así, pues siempre han sido solo ellas dos y su abuela.
Y ahora que su abuela no está con ellas, Clary cree que debe proteger a Nina del horrible y oscuro mundo que las rodea.

— Más hacia atrás —decía Patricia a Joy riendo levemente.

—¡Ay! ¡Ya! ¡Date prisa! —se quejaba Joy.

— ¿Lista?

Solo se escucho el grito de como Joy caía de espalda sobre el pobre Fabian.

Mientras los tres reían, se dieron cuenta de que un auto llegaba a la entrada de la escuela, mientras el reloj marcaba la hora de entrar a clase.

—¡Oye! Espera! —Gritaba una chica rubia.

—¡Nina! Ten cuidado vas a gol...

La pelirroja no termino de hablar cuando su hermana golpeó a una chica igual de pelirroja que ella, pero está tenía una cara de amargura.

—Lo siento mucho, ella es así —dijo la pelirroja disculpándose con la otra pelirroja que estaba con una chica morocha y un chico pelinegro.

—Pues si es así no creo que dure mucho tiempo aquí—contesto la pelirroja.

— No hables así de ella o la que no durará mucho tiempo pero de pie serás tú —Dijo Clary mientras se acercaba a la pelirroja grosera.

—¡Clary! —escucho el grito de Nina.

Y la chica simplemente se fue, dando por terminada la conversación y chocando "accidentalmente" el hombro de la otra pelirroja.

Al dar la vuelta, Clary se dio cuenta de que su hermana ya había entrado en la que parecía ser la casa de Anubis.

—Nina te he dicho cientos de veces que no simplemente puedas pasar a una casa, para eso está el timbre —regaño a su hermana, aunque no tenía ni idea de si había entrado o no.

Cuando entró encontró a su hermana "hablando" y lo dice así porque él hombre no dejaba hablar a Nina y sólo le reprochaba su llegada tardía.

—Víctor, espero que les des la bienvenida que ellas se merecen —decía una amable y linda mujer mientras bajaba de lo que sea que hubiera en el segundo piso—. Hola lindas, soy Trudy y estaré a cargo de ustedes mientras estén aquí. Bienvenidas a la casa de Anubis, es un poco más tétrica que en el folleto.

—¡Bien! Esta tarde vamos a tener como lo prometí un examen de práctica —decía la maestra Robinsón mientras caminaba al rededor de los alumnos.

—Pero necesito tener mas crédito papá, vi unos zapatos muy importantes —se quejaba una rubia al mismo tiempo que la maestra la reprendia por usar el teléfono en clase.

Al mismo tiempo que un chico rubio y atlético entraba al salón de clase y en encestaba su balón de fútbol en la papelera de la clase y se escuchaba la alegría y sorpresa de todos, sobre todo de su novio rubia.
Pero había una chica particularmente que estaba igual o incluso más feliz que la novia de este chico.

Todos sabían que esos dos eran la pareja alfa y nadie decía u opinaba lo contrario o terminaría humillado por la rubia o golpeado por el rubio.

Detrás de la clase justo al final mientras la maestra explicaba cosas acerca de su examen un par de mejores amigos se preparaban para no tener que presentar el examen con sangre falsa saliendo de la nariz.

Después de darle la excusa a la maestra, solo uno de ellos por supuesto  el director "El Señor Sweet" entró a la clase llevándose a la alumna Joy Mercer.

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ES TODO DE MI PARTE EN ESTA LLEGADA DE LAS HERMANAS MARTÍN Y EL MISTERIO DE LA DESPARICION DE JOY.

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