recuerdo de una dulce madre

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Bino donde yo estaba ya cayendo el sol tenía la pierna cortadas por las piedras y el caliente.

Kiyoshi Fukushima trato de levantarme pero yo le doy un manotazo para que no me tocará.
- gracias puedo solo!
- entiende soy un sensei tengo que dar respecto y honor en mi estudiantes.
- nadie te lo quita ese tu derecho pero fuiste muy injusto conmigo. Unos me saliste con grosería de Lante de todo el mundo y dos creo que te pasaste de la raya castigarme de esa manera por qué darme dormido en la clase es muy injusto. Ah! Y sobre Cristóbal Colón es cierto.

Me fui canjeando a la habitación cuando llegue no había nadie.

Tocaron la puerta pensé que era Yuuta pero no era una chica muy cariñosa y bonita.

En su mano llevaba unas bandeja para curar mis heridas que era pequeña pero dolía.

Me dices gritando y muy nerviosas dando reverencia mirando al suelo.
- esté...este vine a cura tus heridas.

Me río cariñosamente dejándola entre me senté en mi futón.

Ella se sentó a curarme  me dolía mucho la rodilla y soplaba cuando me pasaba un paño húmedo con un ungüento medicinales pero olía a pies viejo.
- rayo que apestoso es eso que es ?
- es un ungüento de mi familia si es muy apestoso pero muy efectivo mañana estará como nuevo.

Me guiño su ojos izquierdo color Braun claro pestaña largas frondosa.

Me recordé de mi madre que cuando me caía venía con la caja de medicina a curar me mientras yo lloraba sin para.

Me consolaba con un beso y me guiñaba su ojos azules claro muy cariñosamente.
- sabe cuándo pequeño me caía mucho era muy inquieto y siempre me cortaba mis manos, codos, rodillas, piernas y cara en fin siempre mi madre me curaba sin regañarme.

Me decía "no llores es ley de vida que los niños pequeños jugando se caiga" 

cayó una lágrimas en la mano de la chica.
- esto tú madre está viva?!.
- eso espero ella está muy enferma tengo miedo que su enfermedad progrese y sea más agresivo que la última vez por eso tengo que hacer todo lo posible de hacer aquí lo que vine hacer para regresar a casa.

Aquí no hay nada que me aguente lo que pensaba podía aguantame me abandono asen días atrás.
- es muy triste escuchar eso

Se levantó de a verme curado le pregunté su nombre ella me dijo.
- mi nombre es Aki-Tomomi !

Me guiño el ojo izquierdo muy sonriente y se fue contenta entro el chico pelirrojo.
- te van a volver a castigar no están permitidos entrar chicas en habitación de un chico.

Lo mire sonriente mientras le pregunté su nombre.
- cual es tú nombre.

Me miró mal a costando en el futón quitándose el moño alto y dejándose el pelo suelto lo tiene asta en el pecho.
- mi nombre es cayate!
- enserio te llama así?!.
- no estúpido ya cayate y duérmete.

Porque me odia será racista que chico tan grosero conmigo si solo quieres ser su amigo a lo que me voy de este lugar.

Hay mamita cuanto te estraño saber que no está a mi lado escuchar tu voz tu sonrisa y darme las noticias a errónea.

Llora juntos cuando veíamos película o novelas en la televisión. Escucharte tus quejas de cómo te sentía por las cosas que te pasaban en la calle.

Mamita algún día estaremos juntos y más nunca no separaremos. Tengo fe de esto. respirando profundo me quedé dormido de nuevo sueño con Yamamoto me acariandome mis rostro y me besaba muy cariñosamente y le correspondía el beso me decía.
- perdoname por lo que te hice Matías te amo.

Me levanté asustado y en la puerta y ventana estaban cerradas.

Porque sueño con Yamamoto y nunca está a mi lado cuando lo necesitó.

Salí de habitación para ir al baño tenía ganas de orinar y me encontré con kiyoshi en el pasillo central de la habitación caminando rápidamente para que no lo viera.

Me le acercó está temblando con la boca tapada y muy colorado.
- tienes fiebre!

Lo toque la frente este reaccionó pegándome de la pared y besándome muy excitado.

Yo le correspondía el beso pegándome y aguantandome de su nargas.
- Matías as me el amor...!

Nos interumpiendo Yuuta Hoshi cuando lo veo estaba calvo. Rompí a reír carcajadas limpia viéndolo con cara de espanto.

Kiyoshi Fukushima lo miraba molesto por habernos interumpido mientras que yo me gustaba de mi barriga de tanto reírme de el.

Una Epoca Confusas 2dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora