Cuenta Jared:
El agua ingresó dentro del auto llenándolo completamente en tan solo segundos.Megan y yo dimos nuestros últimas inhalaciones y salimos del coche nadando hasta la superficie.
Saqué la cabeza fuera del agua desesperado al no ver a Megan -¡¿ Megan!? ¡¿Dónde estas?!- pude divisar su mano moviéndose de un lado al otro mientras se volvía a hundir. Braceé lo más rápido que pude hasta agarrarla y sacarla fuera del agua. Ella no cesaba de temblar, miraba de un lado a otro con pánico sujetándose con más fuerza de mi -Ja-Jared tengo miedo- Sus ojos estaban llenos de lágrimas que caigan sobre la superficie del agua generando diminutas ondas.
-Te voy a sacar de aquí tranquila- Le tomé con fuerza de su espalda y nadé hundiéndonos a veces hasta llegar a la orilla.
No podía respirar con regularidad, estaba exhausto. Me dejé caer en el suelo girando mi cabeza de costado para encontrarme con una Megan sumamente alterada.
-Ya paso Meg..Ya paso - extendí mi brazo para acariciar su mano.
-Crees que fue a propósito? - dijo ella con un hilo de voz.
-Seguramente fue tu noviecito Cole, estoy seguro- al escuchar mi tono burlón ella puso sus ojos en blanco- Tenemos que salir de aquí antes que nos encuentren.
La cargé en mis brazos caminando por la orilla hasta poder llegar a el pavimento-Puedes soltarme ahora Jared- la bajé lentamente.Al levantarme nuestras narices se rozaron provocando que sus mejillas se enciendan de un cálido color rojizo. Nuestros rostros permanecieron en esa posición durante unos segundos - Creo que debemos tomar un taxi- dije susurrando aproximándome a sus labios sin tocarlos.
-Si, debríamos- ella acarició levemente sus labios con los mios al hablar lo que provocó que sus mejillas se sonrojen aún más.
Nos separamos y detuvimos el primer taxi que cruzó frente nuestro. Me acerqué a la ventanilla -Buenas Tardes, acepta dinero..¿mojado?
Él hombre nos miró de pies a cabeza, estábamos empapados y nuestras ropas se adherían a nuestros cuerpos - Le pagaré dinero extra por haber mojado sus asientos- el hombre asintió y nos permitió ingresar dentro del taxi.
Megan miraba en dirección a mi abdomen sin disimulo alguno, mi remera estaba empapada así que dejaba ver perfectamente cada músculo de mi torso- Vaya que no eres para nada disimulada-
Megan levantó ambas cejas- ¿Qué?¿ Por qué lo dices?
Solté una risa-¡Por favor no has dejado de mirar mis abdominales ni por un segundo! O tal vez estabas mirando un poco más abajo...- ella puso sus ojos en blanco y movió su cabeza.
-Y que te hace pensar que miraría tu prominente bulto
-Lo miraste- dije poniendo una mirada sorprendida actuada mientras abría la boca formando una "O" con ella.
-No lo miré.
-Lo miraste, sino no sabrías que es prominente - ladeé una sonrisa pícara -Sabes, algunas muchachas le pusieron nombre a mi bulto, ellas lo llaman La Letoconda. Y déjame decirte que acertaron con respecto al nombre.
-¿Cómo esta tu herida?
-¿Estas esquivando el tema no es cierto? Tranquila es normal ponerse ,en tu caso, nerviosa ...
-que te hace pensar que estoy nerviosa?- me interrumpió.
-Apuesto a que si me quito la remera te sonrojarás- levanté levemente la remera para que sepa que iba en serio lo que estaba diciendo.