¡¿𝐋𝐚 𝐑𝐚𝐲𝐢𝐬 𝐘 𝐋𝐚𝐬 𝐋𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧í𝐚𝐜𝐚𝐬 ❝𝐊𝐍𝐘 ✗ Lectora❞

Capitulo 9: Los encargados [1/2]

Antes de iniciar con el cap no se han dado cuenta que estoy actualizando de a seguido >;'v?

Pues si! De hoy en adelante las actualizaciones serán

— martes ✓

— jueves ✓

— Sábado ✓

También debo agradecerle a una personita en especial :'D/

Y es Koneko07-Chan

Está linda personita hizo la portada de la Historia :'D!

Asi que no se confundan :'D/

Sin más iniciemos >:3

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¡Narra Elizabeth-sama! \(>:3)/

Desde que llegaron y vieron la fortaleza sin una sola tabla se la han quedado mirando pensando ¡¿que rayos paso aquí?!

Akazā: ¿pero porque no hay ninguna tabla? – preguntó –

Zvaleria38: ¡Trabajando!, ¡Trabajando!, ¡Trabajando!.... ¡Porque un idiota le puso pegamento a todas las tablas! – grito enojada – se hace difícil quitarlas al menos tengo a este bebé – mostrando el taladro – si me disculpas seguiré con mi labor, ¡Trabando!, ¡Trabajando, ¡Trabajando!

Dakī: ¿quien es ella?

Kokushibō: es la obrera personal de Muzan-sama

Dakī: aaaaaa... y ¿Quien le puso pegamento a las tablas?

Doumā: pensé que pegarlas no se notaría

Akazā: ¡¿Cómo llegaste?! – preguntó –

Doumā: pos por las escaleras

Gyutarō: pero si la fortaleza no tiene tablas

Doumā: uso mis trucos – dijo mirando la escalera por dónde subió que está estaba cubierta de hielo –

Dakī: ¿pero donde dejaremos a _____-chan?

Zvaleria38: ¿La encargada de las lunas? Pues en su habitación, ya le puse tablas nuevas – y con eso siguio trabajando –

Kokushibō: ya la oyeron vamos

Después de tantos desastres cuando digo desastre es porque Doumā cayó en la pila de cemento además de que se tropezó con unas tablas y se enredó con las cintas de pues a cabeza, finalmente Akazā se lo llevó en el hombro

Akazā: que idiota eres Doumā

Doumā: mmmm

Finalmente llegaron a la habitación de _____, que está solamente tenía tablas nuevas en el suelo exepto en las paredes

Kokushibō la dejo en su futón dormida

Dakī: y porque la fortaleza se quedó así

Akazā: ¡¿Mis ahorros?! – grito tirando a Doumā y iendo a su habitación – ¡NOOOOOOOOO! – grito desde lejos

Kokushibō: adiós a mis ahorros de 30 años – dijo mientras le salían una cuantas lágrimas en los ojos –

Gyutarō: ¿pero porque, Que no lo paga el seguro? – preguntó –

Muzan: les diré porque – dijo apareciendo en un banquito sentado al lado aún con la cuota de la luz – porque no tenemos seguro

Gyutarō: pero aún así no lo tiene que pagar ¿Si?