Capítulo 5.

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Los viajes escolares no eran exactamente algo que a Chaewon le gustara, sino que implicaba compartir habitaciones con personas a las que probablemente no le agradaba (ventajas de su rostro naturalmente en blanco) sin razón aparente y con menos tiempo para estudiar y ver todos los programas de televisión que no podía durante la semana. Pero Minju estaba allí e hizo toda la diferencia.

La joven Kim, por otro lado, estaba amando cada momento de su primer viaje escolar. Le encantaba estar al aire libre y el lugar en el que se alojaban era un campamento en medio de un pequeño bosque cerca de la ciudad que visitarían durante la semana. Ella era compañera de cuarto de Yuri, lo que hizo que todo fuera mejor, ya que podían quedarse hablando hasta altas horas de la noche. Minju también tomó muchas fotos de los lugares y dado que el grupo era bastante pequeño, podían permanecer junto con los mayores en todo momento, lo que significaba tiempo extra para aferrarse a Chaewon, está bien, aferrarse era demasiado, pero siempre caminaban juntos y de vez en cuando se tomaban de la mano cuando necesitaban moverse rápidamente.

El viaje constaría de solo tres días y dos noches, donde en el primer día debían seguir a sus maestros por importantes sitios históricos y pretender estar atentos a lo que decían, mientras que la noche consistía en salir a comer a un gran restaurante familiar e irse a dormir temprano para prepararse para el día siguiente, donde visitaron las atracciones turísticas más divertidas; a Minju le encantó esta parte, ya que tenían mucha más libertad para pasear en grupos pequeños y ella podía quedarse con Chaewon y la no- pareja oficial pero oficial formada por Yena y Yuri.

Minju estaba pasando el mejor momento de su vida, al menos hasta su última noche allí. Entonces, de repente, no le gustó tanto.

Sabía que las pruebas de 'valentía' eran comunes en ese tipo de viaje, pero no creía que estuviera obligada a participar, ya que los profesores aparentemente decidieron que era una 'forma agradable y amistosa de crear un vínculo entre los alumnos 'mayores' y 'los juniors' y se ofrecieron como voluntarios para actuar como monitores y fantasmas de la actividad.

Era bastante sencillo, una pareja formada por dos personas de diferentes grados se formaría por sorteo, la pareja debía proceder entrando al bosque y siguiendo el camino que estaba marcado por luces de colores que realmente no ayudaban a iluminar el lugar, ellos deberían de regresar después de recuperar uno de los 'obsequios malditos' que probablemente era solo una bolsa blanca llena de algodón o al menos esperar treinta minutos en el bosque antes de que le permitieran regresar. El dúo estaría conectado por un brazalete, lo que les obligaría a permanecer cerca el uno del otro.

Supuestamente los profesores estarían vigilando todo el tiempo para asegurarse de que nadie se perdiera o lastimara, pero eso no hacía que Minju se sintiera más segura.

Odiaba los lugares aterradores, evitaba las casas embrujadas a toda costa e incluso cambiaba su ruta cuando alguien le contaba una historia aterradora sobre algún lugar que conocía. Por lo tanto, meterse en el bosque en la oscuridad, con alguien con quien probablemente ni siquiera se sentía cómoda, parecía una pesadilla y estaba inquieta incluso antes del sorteo.

Yuri, su compañera cobarde, estaba en un estado similar y se abrazaron lamentando su mala suerte. Yena estaba con ellas, bromeando y tratando de poner la calma, pero obviamente era un acto, ya que hacía una mueca de dolor cada vez que un ruido fuerte provenía del interior del bosque.

Las parejas eran seleccionadas por una simple suerte de sorteo, una persona tomaba un papel con un nombre de la bolsa y lo gritaba, y así se formaban las parejas hasta que no quedaba nadie.

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