Me encontraba sentada en el sofá viendo en la tele Nemo, lo se soy muy infantil, cuando alguien toco el timbre.
- ¡Anabel! ¿Puedes ver quién es? – me hablo papa desde la cocina.
- ¡No puedo, atraparon a Nemo! – le conteste, pues no tenía ganas de moverme.
Escuché los zapatos de papa golpear el suelo a medida que se acercaba a la puerta.
-Señor Johnson- saludo una voz muy familiar.
- ¿Cómo estas Christian? Adelante puedes pasar- lo invito papa.
Un momento, pause la película, dijo ¿Christian?
-Ana, no seas maleducada y ven a saludar- me regaño. Abandone el sofá a regañadientes, rogando porque no sea él...Alce la vista, y allí estaban ese hermoso par de ojos azules.
"Ya admítelo, te gusta" dijo, una vocecita interior.
¡No!
- ¿TU? -dijimos al unísono.
- ¡Perfecto, ya se conocen! - exclamó mi padre, alegre.
- ¿Ya llegó el niñero? – pregunto mama, entrando en escena.
- ¿Niñero? -dije, incrédula.
-Correcto, Christian será tu niñero mientras estamos de viaje -explico papa con calma. Vale, esto debe ser una mala broma.
-Jorge ya estoy grande, puedo cuidarme sola- le recordé- Además ¿Cómo puedes dejarme con un hombre en casa sin siquiera parpadear? - espeté, perdiendo los estribos.
-Descuida, conozco a Christian es de fiar- contesto, poniendo una mano en su hombro. Arrugue el ceño, papa seguro perdió algunas de sus neuronas en el avión. Tanto el como mama estaban fuera de si al dejar a su hija con un crio de su misma edad bajo el mismo techo.
-Confías más en un extraño que en tu propia hija, te odio- dije, para luego subir a mi habitación.
Un niñero ¿En serio? Como si fuera a montar una fiesta o escaparme de casa mientras ellos no están. Ridículo. Alguien toco la puerta, no abrí.
-Ana nos estamos yendo, cuídate ¿Vale? – hablo mama, antes de marcharse.
Me eche boca abajo sobre la cama, abrazando la almohada. Perdí la noción del tiempo, cuando miré por la ventana ya casi estaba anocheciendo. Abandone la habitación, baje a la cocina con la esperanza de que mi niñero se hubiera marchado. Por desgracia aún seguía aquí. Suspire.
-Oye, no se que clase de trato hiciste con papa, pero no te necesito. Puedes irte- le hable. Abrí el freezer y tomé una paleta de helado, sabor chocolate.
-Me parece que empezamos con el pie izquierdo- dijo, con su cuerpo recargado sobre el marco de la puerta.
-No te molestes, no tengo intenciones de llevarme bien contigo- le advertí, tajante, me dirigí al living. Christian me siguió- ¿Qué crees que estás haciendo?
-Escucha niña, te guste o no, soy tu niñero y mi deber es cuidarte- forzó una sonrisa.
-Vale, pero eso no implica que me sigas a todos lados igual que un perro- señale. Coloque mis manos en sus hombros, empujándolo hacia atrás- Espacio personal
Christian ladeo la cabeza, observándome divertido. Entonces, sin darme cuenta, me encontré mirándolo con atención. ¿Qué hacía que toda la escuela suspirara cada vez que el aparecía? No era un chico fuera de lo común, rubio de ojos azules, piel ligeramente bronceada, su labio inferior era mas grueso que le superior y una sonrisa de ensueño... ¿Qué?
-Disculpa ¿Tengo algo en mi boca? Un poco de baba ¿Quizás? – dijo, me ruborice.
-No- tod-do está bien- tartamudee, centrando mi atención en otra cosa que no fueran sus ojos.
-Eso pensé, entonces ¿Qué hacías viéndome de esa forma? – quiso saber, tenia la leve sospecha de que mi respuesta seria motivo de burla o peor, una mala interpretación de los hechos. Decidí cambiar de tema.
- ¿Por qué de todas las areas, elegiste ser niñero? – le pregunté.
-Era la única profesión para la cual no necesitas demasiada experiencia previa, además, perdimos a papa dos meses atrás y el trabajo que tiene mi madre no es suficiente para mantenernos- explico- Necesito el dinero y este es el tipo de trabajo que me lo da de inmediato- agrego.
-Lo siento- dije, no podía imaginar su perdida pues aun tenia a mis papas, pero si comprendía el dolor que atravesaba.
-Descuida- hablo, todavía tenia aquella sonrisa dibujada en el rostro.
- ¿Qué sucede? ¿Por qué sonríes?
Christian negó con la cabeza, acorto la pequeña distancia que nos separaba hasta que las puntas de nuestras narices se tocaron entre sí. Contuve la respiración ¿Qué estaba haciendo?
- Tengo curiosidad, eres toda una mujer ruda por fuera, pero ante la más pequeña trágica historia bajas tus defensas ¿Por qué?
Estaba muy cerca, demasiado como para besarme. Mi vista se nublo con recuerdos de un pasado que me esforzaba por olvidar. Retrocedí.
-No puedo, no
- ¿Qué? – dijo, arrugando el ceño.
Carraspeé- No voy acaer en tu juego- dije, con voz firme- Puede que nos hayamos conocido hoy, perose muy bien como eres, un mujeriego que juega con los sentimientos de laschicas con el único objetivo de llevarlas a la cama y, luego, destrozar suscorazones... Entérate, no soy como ellas, y jamás lo seré- concluí, volviendo a mi habitación.
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Mi Niñero es un Mujeriego
Teen Fiction[Disponible solo los primeros 5 capitulos] Christian y Anabel compartían tres cosas en común antes de conocerse: Uno, ambos sufrieron el síndrome del corazón roto; Dos, alguna vez fueron la apuesta de alguien; Tres, basándose en los dos primeros hec...