Las últimas

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Había una vez una niña que salió a urtadillas de su habitación, paseó por los largos pasillos del palacio en que vivía , admiraba con curiosidad y un poco de espanto los retratos que se extendían a lo largo de las paredes, la pequeña había visto estos cuadros muchas veces por el día sin que le provocaran ni la más mínima inquietud, pero en esa noche le pareció que los rostros en los cuadros adoptaban una expresión sombría como si hubiesen sido víctimas de una espantosa metamorfosis . De repente un ruido lejano le recordó a la pequeña princesa el por qué había salido de sus aposentos tan entrada la noche . Atravesó corriendo los pasillos que le quedaban para llegar a su destino , los aposentos de la reina , su madre , dueña de los gritos que la habían despertado.
Esa no era la primera noche que los gritos de la madre la mantenían despierta . Varios meses antes fue un doctor a ver a la madre por que tenía mucha tos y le costaba un poco respirar , luego de eso hiso un viaje al campo , su madre viajaba mucho pero esa vez era diferente porque no le permitieron acompañarla y estuvo mucho tiempo fuera . Luego de muchos meses volvió , pero solo le permitían verla desde lejos algunas veces y no podía abrazarla . La princesa escuchó a una de las criadas decir que le habían permitido regresar por q ya estaba en las últimas .
_ ¿ Que son las últimas ? _ Pensó la niña.
Pero los días siguientes le dieron la respuesta , ya no la dejaban verla ni siquiera de lejos , iban muchos doctores curanderos , y hasta sacerdotes , era un continuo entrar y salir de personas con paños que les cubrían la boca y la nariz . Y en las noches , eso era lo peor , el llanto y los quejidos de la madre se escuchaban en todas partes y se podían escuchar a los empleados intentando calmarla . Los miembros de la familia tenían miedo de acercarse su madre y muchos de los empleados también , ella también tenía miedo pero no de su mamá sino porque ya comenzaba a entender que era estar en las últimas y le daba miedo de que su intuición estuviera en lo cierto .Y así pasaron las semanas anteriores entre gritos , ella asustada se envolvia entre las sábanas y se tapaba los oídos muy fuerte porque el miedo no la dejaba salir de su cuarto.
Pero esa noche fue diferente , los gritos eran peores , había mucho ajetreo y vio desde su ventana como llegó el cura . Por eso salió por qué parecía que ya estaba en el final de las últimas.
Cuando llegó no se atrevió a entrar , se ocultó tras una de las cortinas de la entrada para que nadie la viera y la mandara a su cuarto , estuvo ahí por varios minutos que bajo el ruido de los gritos de su madre le parecieron horas , el cura comenzó una oración y ella casi sin darse cuenta le siguió en el rezó , pasado un rato el bullicio se transformó en un pesado silencio , que en vez de tranquilisarla avivó su tristeza pues todas las dudas que podía haber tenido se transformaron en una abrumadora certeza , por qué como su subconsciente le gritaba hace tiempo eso eran " las últimas " su madre había muerto.

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