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—Beomgyu Hyung, por favor...
¿Qué se suponía que debía hacer?
Dios, de seguro Taehyun lo odiaría por el resto de si vida, y si Taehyun lo odiaba por el resto de su vida el jamás se perdonaría.
''¡Todo por calenturiento!''
Beomgyu llevo una de sus manos a su cabello, arrastrándolo hacia atrás. Sus ojos estaban en todas partes menos en el pequeño y menudo cuerpo sentado frente a el...en el piso de su habitación. Dios, no podía, no. Taehyun era lo mas importante para el, haría el ridículo por el, incluso, golpearía por el. Pero luego, viene el y lo arruina, masturbándose mientras pensaba que la mano en su pene era la pequeña y cálida boca de su Taehyunie. Oh Dios, sin dudas, la había cagado.
Pero...entonces...
—Beomgyu Hyung, por...favor...
Beomgyu dejo en paz su cabello, dejando al descubierto su frente, viéndolo por fin. Mierda, se sentía malditamente enfermo, porque sin dudas aquella situación ten vergonzosa, debería de ser eso, vergonzosa, no excitante, como lo estaba siendo en esos momentos. Su pene se irguió orgulloso de su -al parecer- coma, solo para asomarse y observar por su propia cuenta la imagen frente a el.
Y es que, no es cosa de todos los días ver como Taehyun estaba casi sin fuerzas, sobre sus piernas, apoyando su mentón sobre la cama, mientras jadeaba bajito. Sin dudas, ver a Taehyun así, sonrojado, lagrimeando y apunto de gritar, era demasiado excitante para Beomgyu. Taehyun abrió su boquita, entrecerrando sus ojitos llorosos, invitándolo a entrar a ella. Beomgyu gruño, advirtiéndole algo, ninguno supo que, solo sabían que era una advertencia. Pero a Taehyun no pudo importarle menos eso. Temblando, giro su cabeza, recostando una de sus mejillas sobre la cama, restregándose leve en ella, ahora, sacando su lengua, lamiendo sus labios, dejándolos brillosos y listos para recibirlo.
''Dios, pequeño, no...''
—Hyung...¿si? —Taehyun señalo el miembro erecto de Beomgyu, y luego su boca. Beomgyu tuvo que apretar su mandíbula una vez mas—Prometo...prometo ser bueno. P-pero por favor...
—¿Prometes serlo? —Beomgyu se impulso con sus manos hasta tomar el mentón de Taehyun entre sus largos dedos, haciendo que levantara su cabeza—¿Qué tan bueno prometes ser, pequeño?
—Lo suficientemente bueno para ti, Hyung...
Beomgyu gruño, tomándolo fuerte del mentón, Dios, no quería ser suave. Hizo que Taehyun se sentara sobre el, envolviendo su cadera con uno de sus brazos, dejando que sus pechos se tocaran. Taehyun lo abrazo por los hombros, dejando que su cara se enterrara en su cuello, espirando su aroma.
—Prometo no hacerte daño
—¿Que? ¿A que te refie...
Taehyun no pudo terminar su oración, porque los labios de Beomgyu se pegaron a los suyos. Fue un toque cálido y sutil, sus labios se movían de una forma lenta, a su propio ritmo. Pero después, fue todo lo contrario a eso. Beomgyu mordió y chupo, lamio todo a su paso, fue rudo y demandante, y eso le encantaba a Taehyun. Beomgyu tenia su manos pegada a su cuello, obligándolo a besarlo, pero aun así, Taehyun no tenia intención de separarse. Los chasquidos de sus bocas eran demasiado excitantes para ambos. Beomgyu siguió devorando los labios de Taehyun hasta que este se separo por la falta de oxigeno, entonces, Beomgyu supo que le encantaba lo que estaba viendo. Taehyun era una obra de arte, como siempre, sus mejillas calientes, su boquita abierta, jadeando en busca de aire, sus labios brillosos y lisos. Si, Beomgyu se estaba volviendo loco por Taehyun.
