Capítulo 6: Nanortalik (Groenlandia)

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Un rumbo inestable, helado, indeterminado me lleva al país de Groenlandia, sitio de esquimales pensaremos. Sitio de frío, iglús y osos polares pensarán otros. Pero, vamos una tierra desconocida por muchos, de tradiciones confusas e ignotas, de historia anónima.

Echo el ancla en tierras nórdicas, danesas, groenlandesas o mejor dicho; Kalaallit Nunaat, la "Tierra Nuestra" en el lenguaje inuit. El desembarco nunca fue muy fácil, los fiordos de la costa, hicieron que el velero Endurance le costara guiarse solo.

Ya desembarcado en el puerto de Nanortalik, un pueblo como siempre en este viaje muy humilde con tan solo 1183, nos dimos cuenta Hachiko y yo que es un paraje por su belleza increíble, las casas pintadas de ese negro y rojo tan característico por esos fuertes temporales de frío. Aunque, Nanortalik pertenece a un municipio más grande como es Kullajeq, este maravilloso pueblo pequeño y humilde de pescadores se ha hecho de reconocer por sí mismo y considerarse un municipio más apartado de Kullajeq.

-3º es lo que marca algunas veces el termómetro, claramente esta temperatura está influenciada por la cercanía al mar, y no como pueblos de interior del país que podrán llegar a los -26º, por lo tanto, es un sitio recomendable para vivir al ser un clima muy suave.

Es curioso que el nombre de Nanortalik sea traducido del inuit a nuestro idioma como el "Lugar de osos polares" algo que usualmente, ahora no podrás encontrar tantos oso polares, pero la cosa es que habrá que remontarse a muchos años atrás cuando, por fin, los conquistadores nórdicos, toman por primera vez Groenlandia, y toman justamente esta tierra Nanortalik, llamándola más bien, Nennortalik. Tiempo después, será la civilización de los inuit quien llegará a observar esta tierra. trayendo así muchas costumbres como el trio con perros, que más tarde, Knud Ramussen un habitante de ahí utilizará como técnica de transporte, este personaje es el más influyente de este pueblo al querer investigar como antropólogo que era él, la cultura esquimal y ser un gran explorador ártico nacido en la misma Groenlandia.

Ya conocido toda esta historia, Hachiko es el perro más aventurero que hay, por lo tanto, allí fuimos, a las dos montañas más difíciles de escalar entre muchas montañas del mundo, las montañas Ketil y Ulamertorsuaq, que solo por grandes experimentados de la escalada y montañismo lograban sobrevivir, pero ambas dos almas aventureras de este viaje se decidieron a ir para allá.  Es obvio que no pudimos escalar su totalidad, pero por lo menos el 50% de las dos montañas si escalamos sin problemas físicos. Andando por el maravilloso pueblo, te das cuenta de la cantidad de animales que tiene Groenlandia a pesar de su clima frío, lo más destacado fue ver al búho nevado o al pequeño auk entre las aves y a la foca capuchina y a la ballena minke entre los animales de agua.

Groenlandia no cuenta con bosques pero solo teníamos que caminar 40 kilómetros fuera de Nanortalik y podíamos ver al valle de Qinngua bajo nuestros pies, con sus abedules y sauces representativos de este valle helado. Pero volviendo a Nanortalik, en su costa, ahí estaba, el oso polar, el animal más mítico de las zonas nórdicas. Y es que incluso, el escudo de Nanortalik tiene 3 osos polares en un fondo rojo.

 Dándonos la vuelta al Endurance, solo nos faltaba visitar dos lugares, la iglesia de Nanortalik de un estilo bastante singular al ser una iglesia luterana traída por los daneses, entonces su estructura es bella con la madera que tiene, pero rara para quien no la haya visto nunca, y, el Museo Exterior de Nanortalik, donde se recoge la mayor historia jamás contada de Groenlandia, su fundación, sus tradiciones, libros, religiones, armas... El museo cuenta con 10 casas, cada una tuvo en su época su función, una fue una panadería, otra un pequeño hospital y otra una planta de procesado de pescado. 

Groenlandia es un país que siempre se ha mantenido neutral en tantas guerras mundiales, no entró nunca en lo bélico y le hace ser un gran país, tanto de tamaño como de valores éticos y morales.

Me voy de Nanortalik viendo; un gran país, una gran cultura esquimal, una gran historia, grandes ciudadanos, pero sobre todo, un sitio recomendable para ir y vivir.

De nuevo el Endurance nos espera. Montamos en el velero que nos llevará a un nuevo destino en el día de mañana, en el futuro. Quién sabe dónde nos deparará el futuro.

Desamarramos el velero del puerto, el Endurance huye hacia el fondo del atardecer dejando atrás a Nanortalik, dejando atrás a la cultura inuit.

Al final del bordeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora