Gege, tu hermanito te ama./Versátil/ [FINALIZADA]

14. El comienzo o el fin.

Era el último día que estaríamos en Venecia, había guardado este último recorrido por toda la ciudad para último día porque se trataría de algo especial que quería experimentar y atesorar en nuestros recuerdos como el comienzo de una nueva vida. Una que nos traería muchos retos, pero al fin y al cabo, mi Didi y yo supimos desde muy temprano que eramos el uno para el otro.

No queríamos pensar en nada, no queríamos pensar en China, en sus leyes, ni en el viaje, ni en lo que deparaba el futuro, así que sólo emprendimos rumbo a nuestra última memoria juntos en Venecia.

Primero fuimos a un restaurante a tomar el almuerzo, hicimos una caminata por alrededor de una hora.

-Son lindos - Dijo mi Didi.

¿Quienes? -

- Los italianos - contestó con una risa.

La sonrisa en mi rostro se desvaneció mientras mi sangre hervía, sólo le pude decir: - ¿Te parece?.. -

Lo miré con desdén mientras seguía riendo. - No le veo la gracia Didi -

- Este país es popular por eso - me contestó.

- ¿Según quién? -

- Gege, ¿Estás celoso? -

Me reí con un poco de sarcasmo. - Tu comentario no es apropiado -

Sonrió y me dijo mientras acariciaba mi rostro: - No entendiste... tú... hoy... -

- Hoy mi Gege es italiano... porque mi Gege es una belleza -

Y agregó: - Pero tienes que aceptar que hay otros que pueden ser muy lindos. -

No tuve otra opción que reírme, mi Didi realmente no podía estar hablando en serio. Así que lo distraje para que continuáramos con nuestro plan del día... bueno, mi plan.

El gondolero nos había hablado sobre la leyenda del puente de los suspiros, la cual asegura que si una pareja lo cruza en una góndola al atardecer y se besan debajo, tendrán amor y felicidad eterna. Mi Didi por supuesto, no le daba mucho crédito a sus palabras, yo, a pesar de ser científico, tenía mis sanas supersticiones y además, le agregaba un poco de romanticismo a nuestro viaje.

Al principio, había dudado demasiado sobre el plan que quería porque me sentía cohibido sobre las demostraciones de afecto en público, sin embargo, me anime después de que durante la caminata pudiera ver varias parejas del mismo sexo paseando tranquilamente por toda la ciudad y demostrándose afecto sin preocuparse por nada más. Después de la charla con papá, el tema me ponía tan nervioso que había llegado a investigar si podríamos ir presos por ello en Venecia.

Tomamos algunas fotografías juntos y antes de cruzar el puente, le pedí al gondolero que desacelerara un poco.

- Gege, ¿Qué sucede? -