Las cicatrices de tu alma

cuando obtienes nuestra confianza, obtienes un amigo para toda la vida.

Capitulo 2

-¡Maldita sea Murph!- grito Connor con todas sus fuerzas para ser escuchado entre todos los gruñidos de el rebaño que venía tras ellos, bastante lejos ahora, pero hace 5 minutos casi eran el platillo principal del día si no hubieran comenzado a correr con todo lo que daban sus piernas.

-Vamos a entrar a esa ciudad Connor, tenemos que reabastecernos Connor, los malditos zombis habrán migrado hace tiempo Connor, confía en mí- decía el gemelo mayor haciendo una voz chillona y molesta, sabía que su hermano no hablaba de esa forma, pero solo quería hacerlo enojar, y valla que funciono.

-¡cierra la puta boca inútil!, ¡hace 15 minutos no te pareció tan mala idea, tú eras el que quería venir a conseguir cigarrillos en primer lugar!- hablo el menor de forma fastidiada hacia su hermano sin dejar de correr.

No tenían escapatoria, después de todo esos bichos eran mas rápidos de lo que parecían y sus gritos estaban atrayendo mas, aparte de que ya se estaban cansando y no corrían tan rápido como antes.

-¡mierda mierda mierda!- gritaba en completo pánico Connor tratando de correr más rápido pero la falta de aire no se lo permitía, “los estragos que causa el cigarrillo” pensó para sí el rubio.

Siguieron corriendo sin saber que mas hacer, no podían pelear contra tantos ellos solos, sobre todo con solo sus pistolas y el cuchillo “Rambo” de Murph.

Ambos rezaron silenciosamente a dios para que les ayudara en este momento, no es como si pidieran que mandara al ángel Michael a su rescate, pero tal vez alguna escapatoria o una ayudita no estaría nada mal.

Luego de 10 minutos de seguir corriendo sintieron a sus piernas llegar a su límite, desacelerando hasta casi estar caminando y justo cuando iban a comenzar a golpearse e insultarse el uno al otro como era de costumbre cuando algo salía mal, un Walker salió de un callejón del lado de Murphy y estuvo a punto de morderle el cuello, si no fuera por una flecha que se incrusto justo en su cabeza. Matándolo al instante.

Ambos se quedaron de piedra mirando al Walker y a la flecha en su cabeza por algunos segundos, para luego mirar delante de ellos y encontrar a un hombre parado en la esquina, con una ballesta en la mano y acercándose a ellos, pero lo jodidamente inquietante era que era la réplica exacta de Murphy.

Cuando el hombre ya estaba a unos metros de ellos, ambos, Murphy y el desconocido, se quedaron mirando el uno al otro, completamente shockeados, y Connor no era la acepción, tener frente a él a la réplica exacta de su hermano gemelo no es exactamente muy normal.

-emm… ¿gracias?-dijo Murph aun mirando de pies a cabeza el hombre frente a él una y otra vez, como esperando que de algún momento a otro se desvaneciera.

El hombre no dijo nada, solo movió la cabeza de forma afirmativa aun shockeado.

-sabia que te habían cambiado cuando nacimos- dijo de la nada Murphy mirando a su gemelo, aunque estaba serio, había un toque de broma en su voz.

-JAJA, ya quisieras- contesto Connor de forma ofendida, pero al mismo tiempo una parte de su cabeza dudo un poco, es decir, eran tan iguales que si no fuera por la ropa y los tatuajes ni se daría cuenta la diferencia.
Bueno ahora que lo miraba bien, el otro hombre parecía menor que ellos y tenía un aura extraña, casi intimidante y misteriosa, aparte de ser un poco mas musculoso que su hermano, pero aun así sus rostros eran un calco total.

-emm…- dijo el gemelo mayor mirando de nuevo al hombre frente a ellos, y dejando el extraño parecido de lado, se dispuso a agradecerle por salvarle la vida a su hermano hace un momento- muchas gracias por salvar a mi hermano, nos presento soy Connor y el es mi gemelo Murphy, ¿y tú eres…?