🌹 Fragmentos que nos relataran el día a día de Obito y Kakashi como ninjas de Konoha. El día a día como rivales, amigos y finalmente enamorados. Fragmentos que nos contarán cómo fue surgiendo el amor entre estos dos locos que se aman incondicionalm...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡Apresúrate, Obito!
- ¡No me digas que hacer, baka!
Poco después de la aparición de Pakkun frente a los jóvenes shinobis y sacándolos de ese momento tan tenso, un segundo y tercer aullido llegaron a sus canales auditivos, sorprendiendo no sólo al can. Sino que también a ellos.
<<
- Jefe. Se acerca por norte, sur y este - exclamó el pequeño perro.
- ¿Se acerca? - Obito lo miró confundido. - ¿No querrás decir se acercan? Rin también está con nuestro sensei.
- Pues...mis muchachos no percibieron el aroma de nadie más. Sólo el de Minato-san.
Obito frunció levemente el entrecejo. Todavía no comprendía cómo podía ser eso posible, a menos que...
- Kage Bunshin. - susurró, al mismo tiempo que volteaba hacia Kakashi. Este le asintió ligeramente y volvió su vista al de cuatro patas.
- Creo que Minato-sensei descubrió a mis centinelas - meditaba el platinado con calma. - Y puede que haya utilizado a los clones para obligarnos a escoger la única ruta de escape que nos queda.
- ¿Y ahora? - cuestionó el azabache, frunciendo aún más el entrecejo.
Kakashi frotó su barbilla con su mano libre, pensando en cuanto le costaría lo que estaba a punto de hacer. Que más daba. Lo había arruinado y lo que tenía en mente, no se comparaba en nada con la idiotez que había cometido.
Fijó sus ojos en Obito quien, al notar su aura extraña, inmediatamente quiso retroceder. Sin embargo, Kakashi no se lo permitió. Tomó con fuerza su mano, la misma a la cual se encontraba unida por las esposas, y lo apretó con firmeza.
Obito agachó su mirada para observar sus dedos entrelazados con los del peliplata.
- ¿Qué...q-qué crees que...
- Obito. No te alteres y escucha con atención.
El tono frío en la voz de Kakashi al pronunciar su nombre, hizo que un horrible escalofrío le recorriera la columna y que recordara frente a quien se encontraba. Ese niño que se supone, carecía de cualquier tipo sentimiento. Ese que se había proclamado su rival y al tiempo, su enamorado. Ese que se desvivía la vida burlándose de sus habilidades y menospreciándolo, para que en una sola noche intentara ir más allá de un solo beso.
- Por favor, escucha. Tengo un plan.
Kakashi sabía que se estaba arriesgando a empeorar las cosas con ese movimiento y Obito no podía evitar desconfiar del Hatake, mientras este sostenía su mano. Pero, no le quedó más que aceptar. Suspiró con pesadez y lo incitó a continuar.