Capítulo 11

333 34 10
                                    

En el Santuario, un poco más temprano de la conversación entre Milo y Shaka...

Narra Camus:

Han pasado casi tres meses desde que regresamos a la vida, aun me cuesta creer que Milo y yo estemos en una relación de pareja, fue algo repentino a mi parecer pero fue realmente algo gratificante para mí el hecho de que no me guarde ningún tipo de rencor después de lo que pasó en Asgard.

Pese a todo el daño y sufrimiento que le causé por haber traicionado no solo su confianza sino que también nuestra amistad en aquel momento, él no me demostró desconfianza u odio alguno, sin embargo, últimamente Milo ha estado un tanto frio y distante conmigo, desde que comenzó a tener esos extraños sueños se ha mantenido alejado de mí, quisiera que me contara lo que sucede, debe existir algo que no le deja descansar tranquilo y eso provoca aquella extraña actitud en él, pero el hecho de que no me cuente lo que le pasa me hace pensar que Milo pueda estar guardándome algún tipo de resentimiento muy en el fondo de su corazón.

Nunca fui bueno demostrando mis sentimientos, mucho menos si estos tienen que ver con algo tan complejo como el amor, pero... Milo siempre encontraba la manera de deshacer esa mascara de hielo que tanto me esforzaba en crear frente a los demás, desde que éramos unos simples aprendices de caballero, sin importar la situación, él siempre lograba sacarme una sonrisa sincera. Fue esa la principal razón por la que acepté ser su pareja cuando me lo propuso a tan solo un par de días después de haber vuelto a la vida nuevamente, quiero dar todo lo que pueda de mi parte para que hacer esto funcione, pero, ha pasado tanto desde que iniciamos lo nuestro y apenas si nos demostramos afecto como se supone que hacen las parejas normalmente.

Empiezo a creer que Shaka tiene algo que ver con lo que le sucede a Milo, él mismo me había dicho que tenía una extraña sensación con respecto a nuestro compañero de armas, pero yo ingenuamente le dije que seguro era algo sin importancia, sin embargo, desde que Shaka y compañía se fueran a Asgard en busca de respuestas que él necesita; Milo comenzó con esos extraños sueños. Aunque al principio Milo se mostraba algo cariñoso (más de lo habitual) y también algo coqueto cuando estábamos a solas, creí que era algo normal y que solo buscaba llevar nuestra relación a un nuevo nivel, pero, con el pasar de los días, su actitud se volvió más seria y sus muestras de cariño fueron disminuyendo poco a poco hasta llegar al punto de ser prácticamente nulas, se pasa la mayor parte del día evitándome y eso me hace pensar que no confía en mí.

Día con día trato de aparentar que las cosas están bien entre nosotros, no obstante, esta situación se está volviendo cada vez más insoportable para mí, me hiere el que Milo no me tenga confianza para contarme sobre lo que en sueños lo atormenta y más sabiendo que el posible causante de ello ha regresado al fin al Santuario. No estoy completamente seguro de que Shaka tenga algo que ver, pero tampoco puedo descartarlo tan fácilmente.

Como ya era costumbre cada mañana en el Santuario, todos y cada uno de los santos de oro debíamos bajar al Coliseo para realizar nuestro entrenamiento en grupo, así que, como cada mañana, me dirigí a paso lento hasta el octavo templo en busca de Milo, pero grande fue mi sorpresa al no encontrarlo por ningún lado, su armadura estaba en su sitio y no había nada fuera de lugar, era como si simplemente hubiese desaparecido. Con la duda de su paradero emprendí nuevamente mi camino hacia el Coliseo esperando que tal vez ya se encuentre ahí, pero al llegar, me lleve una enorme decepción al no verlo junto al resto de mis compañeros.

Era de esperarse que Shaka estuviese ausente debido a las órdenes de la diosa Athena, sin embargo, tengo la ligera sospecha de que tal vez Milo se encuentre con él, conociendo a Milo lo más seguro es que le haya querido preguntar acerca de aquella extraña sensación de la que me había hablado hace ya un par de meses atrás. Lo que me parece completamente extraño es que no me hubiese dicho nada, es más, el solo hecho de faltar al entrenamiento lo meterá en un gran problema con el Patriarca, por su bien, espero que solo se haya ido a dar una vuelta por los alrededores.

Sólo un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora