009.

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Imagínense una situación en la que un par de compañeros se encuentren sentados, apoyándose en el peso del otro contra una pared.

En este momento están ambos medio dormidos, por el cansancio que causó el pequeño momento de diversión de hace un rato. Ese momento en el que de pronto uno de ellos empezó a jugar con las orejas largas de uno, hasta que tuvo la graciosa idea de enredarlas debajo de su quijada formando un adorable lazo.

Como un intento de "venganza" en forma de broma, el del moño decidió hacer lo mismo con las orejas de conejo del otro, haciendo un lazo sobre su cabeza con ellas.

Los dos juguetearon dándose empujones cariñosos y lo suficientemente fuertes para caerse del sofá por accidente pero no lo suficiente para hacerse daño. Y quedaron así, se aburrieron dentro de un rato y volvemos al ahora, donde ellos simplemente se acomodaron en el piso a descansar, aún con las orejas enlazadas.

¿Lo imaginaron? Bien, porque eso es exactamente lo que estaban haciendo Yakko y Max.

YAX | drabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora