#O4

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Fue mi peor día.

Llegando al colegio me llamaron, me llevaron a dirección y me dieron la noticia de que ya no serías mi compañero de carpeta. ¿Ahora qué hago?

Pedí permiso para salir temprano y me lo concedieron. Salí corriendo del colegio a tu casa, sé con claridad que ahora estás echado en tu cama, teniendo miles y millones de pensamientos.

Y así fue.

Antes de abrazarte aventé mi mochila hacía alguna parte de tu cuarto, con los ojos llorosos te abracé y te di muchos besitos por la cara. Pusiste cara de asco y me tiraste de la cama, limpiaste tu cara y me dijiste que tu rostro solo estaba reservado a las lamidas de Soonie. Sonreímos y pasamos el día juntos.

Me llegó un mensaje de Felix, me alegré por un momento, la razón es incuestionable, no la sabía, pero ahí me veías, con una gran sonrisa. Me pregunto por ti, quería saber si estabas bien y quería saber el porque de tu alejamiento de la escuela. Eso no lo respondí, tu debías hacerlo, aunque te fuera difícil, lo debías hacer.

 La tarde pasó lenta, conversamos sobre los ultimos videos de nuestros bailarines favoritos e inlcuso nos pusimos a bailar un poco. Poco porque te agitabas muy rápido y aveces te desplomabas en el piso. Pero ahí seguías tú, teniendo esa brillante sonrisa, mirandome con esos caracteristicos brillantes ojos tuyos.

Me duele.

Tu celular no dejaba de sonar, te hacías el que no escuchaba nada e ignoraste ese tiembre que era exclusivamente para Felix.

Al parecer no fue un mal día. Te tenía conmigo, tú me tenias a mí, pero no teníamos a Felix. Lo dejamos de lado, lo apartamos de nuestros problemas, eran escasas nuestras conversaciones. Y todo por ti. Por tu miedo, por tener que enfrentar la realidad, por no tener el suficiente valor para decirle a ese chico con hermosas facciones que te tenías que ir. Pero tranquilo, te entiendo. Yo, como cobarde, te entiendo.

— Papá dijo que tenía que ir a mi quimioterapia.

Lo decías con tanto desánimo, que me daban ganas de llevarte a un parque en vez de a un cuarto blanco y lleno de personas que te observan detrás de un gran cristal.

— Sal con Felix, Chan.

Negué con una onrisa.

— Ya he salido con él toda la semana. Dame un respiro, hermano

— Te gusta su compañía, no me lo puedes negar.

— No te lo niego. Me gusta su compañía, pero no me gusta obligarlo a salir conmigo cuando quiere salir contigo.

Suspiraste y te levantaste. Te seguí con la mirada y tu mano estaba en uno de los trofeos de baile que ganaste hace ya algunos años. Pensé que me dirías algo razonable, sin embargo, solo tiraste aquel trofeo contra la pared, haciendo que se destroce en pedazos.

Me levanté de golpe y me acerqué a ti. Me detuviste, me dijiste que no me acercara más, me gritaste por no hacer una simple cosa. ¿Llamas simple cosa enamorar a Felix? Él no es un juguete, no puedo solo tomarlo y llamarlo mío.

— Tranquilizate, Leonsito.

— ¡Callate! ¡Calla la puta boca!

Tus ojos rojos, tus ojos hervían de dolor. Avanzaste hacia mí y me empujaste, lo hiciste tan fuerte que caí contra el suelo. Te abalanzaste sobre mí y me tomaste el cuello de mi camisa, levantaste el puño y, cuando pensé que aquello caería en mi rostro, solo sentí un abrazo y lágrimas caer.

— Hazlo... Maldita sea, Bang, solo hazlo.

— Min...

— Por favor. ¡Es un favor! ¡Un puto favor! — la puerta de tu cuarto era tocada, era tu padre —. ¡Largate!

Hijo, sabes que debes ir...

¡¿Minho, estas bien?!

Era la voz de Felix. Me pregunto si habrá escuchado el grito que dio Minho. Eso se respodió cuando Lee menor le pregunto a tu padre que había pasado, pero el solo calló.

Te levantaste y te alarmaste. Te paraste y fuiste directo a tu clóset, buscabas algo con desesperacíon y cuando lo hayaste, una hermosa sonrisa se apoderó de tu rostro. Era una cuerda, una muy larga. Fuiste hacía la ventana de tu cuarto y la lanzaste, la ataste a tu cama y te sentaste en el borde de la ventana.

Los gritos de tu pade y Felix seguían, pero no era capaz de escucharlos, solo te miraba, miraba tu sonrisa y tu mano, esta parecía llamarme.

— Siempre he querido hacer esto — susurraste —. Se el primero en acompañarme en mi primera escapada de casa.

Sí, el día no fue malo. Fue fantástico.

Aquel día estuvimos juntos en el silencio cómodo, estábamos solo los dos. Jugamos, fuimos a la playa, robaste un helado, dos para ser sinceros, y fuimos al pequeño telón que había en el centro de un parque. Ahí bailamos y cantamos hasta decir basta.

Aquel día solo fue nuestro.

Espero que no sea el ultimo.

Espero salir otro día contigo.

Espero que esto solo sea un sueño.

Espero despertar y encontrarme contigo y Felix, ambos apoyados en mi pecho mientras dormiamos en mi cama.

Espero que la vida no sea tan injusta y que me deje tenerte por mas tiempo.

Chan...

Espero que mi corazón no este pensando en Felix

Te amo...

Porque aún no quiero enamorarme de él, no cuando aún estás aquí.


マキ✨

❝ℍ𝕪𝕦𝕟𝕘, 𝕌𝕟 𝔽𝕒𝕧𝕠𝕣❞  ❴ 𝐶ℎ𝑎𝑛𝑙𝑖𝑥 ❵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora