Capítulo 1: ¿Cielo o infierno?

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-Vamos Sasuke... es por Naruto. Sabes que está muy deprimido por la separación con Sakura- Shikamaru trataba de convencer al moreno que no mostraba ningún entusiasmo por la salida.

-hmp... ese dobe... Algún día se dará cuenta de que fue lo mejor que le pudo pasar. ¿Y a dónde iremos?

-A un lugar del que es frecuente Jiraiya y tú sabes como son esos lugares.

-Tiene que estar lejos. No podemos encontrarnos con alumnos, sería perjudicial para nuestra imagen- dijo Sasuke con fastidio.

-Naruto necesita estar con otras mujeres y distraerse un poco. No todo en el mundo es esa tabla- Sai hablaba con su falsa sonrisa, molesto por cómo su amigo sufría por la pelirrosa.

-Está bien, muchacho. Esta noche a las ocho nos veremos en el bar Luna, yo ya lo conocí tienen buena mercancía- dijo un peliplata con máscara, que leía un libro controvertido sin prestar demasiada atención a la conversación.

-Tanto tú como Jiraiya conocen todos esos antros... Por eso los consideran unos pervertidos- dijo Sai.

-Gracias a que somos unos pervertidos, ustedes pueden disfrutar de la vida. No sean mojigatos, bien que les gustan esos antros- dijo Kakashi mirando a los morenos con una sonrisa bajo la máscara.

-Bueno a las ocho en ese bar, nos vemos- Salió Sasuke de la sala de profesores.

Todos se despidieron y partieron para sus últimas clases.

Estos hombres pertenecían al equipo docente de la Universidad Uchiha. Uno de los centros de estudio más exclusivo de Konoha y de todo Japón. No sólo por su excelencia educativa sino por lo elitista que era. Sus alumnos eran hijos de empresarios, políticos y gente famosa. Aunque también tenían un porcentaje mínimo de alumnos becados. Conseguir una beca en esa institución era prácticamente misión imposible, ya que los pocos que accedían a ella debían ser superdotados y mantener los más altos promedios en la cursada.
El antiguo director, Fugaku Uchiha, le dejó la dirección a su hijo mayor, Itachi Uchiha. Pero no fue sólo porque fuera el primogénito, sino porque en la institución se debía hacer carrera y pasar por los distintos niveles educativos. Itachi lo hizo, y ahora se encargaba de toda la universidad con sus distintas facultades. Sin embargo, deseaba abrir otras sucursales en otros países. Por esa razón le pidió a su hermano que tomara horas como profesor y así hacer carrera, para suplantarlo.
Sasuke era similar a su hermano, ambos tenían varios títulos. Los dos siempre sobresalieron por su inteligencia y belleza. Pero Itachi era el favorito. Sasuke lo admiraba, era su ejemplo a seguir. Con treinta años, el Uchiha menor era Licenciado en Letras, Doctor en filosofía y licenciado en administración de empresas. Esta última carrera la hizo para complacer a su familia, ya que la universidad no dejaba de ser un gran negocio familiar del que algún día se encargaría. Su verdadera pasión eran las humanidades, la literatura y la filosofía. Su carácter era taciturno, hosco y huraño, tenía amigos y una buena relación con su madre y hermano, no tanto con su progenitor, con el que solía chocar.
La lectura había sido un bálsamo para alejarse de todos los que se acercaban a él por ser el heredero de un imperio o por su belleza tan magnética.
Su relación con las mujeres no era muy buena, ya que lo fastidiaban con entregas que él no pedía. Sin embargo, como hombre a veces se sacaba las ganas con alguna de sus acosadoras. Ese acecho lo aburría, detestaba lo fácil que le resultaba todo. Como hombre sentía la necesidad de conquistar pero nadie le ponía un obstáculo y cuando quería a una mujer... la tenía. Jamás pensó que iba a encontrar a una que le diera vuelta la cara.
Luego de terminar sus clases, se fue a su departamento. Esa noche irían a animar a su mejor amigo, ese que siempre estuvo con él desde la infancia, el que se había enamorado de la amiga de ambos, esa que estaba obsesionada con él.
Era incómodo verse envuelto en un triángulo en el que no quería estar. Sólo deseaba que su amigo abriera los ojos y siguiera su camino con otra mujer, que no lo usara como una herramienta para darle celos.
Las horas pasaron y seis hombres entraban al Bar Luna. Era más grande y elegante de lo que pensaban. Había una larga fila de personas queriendo ingresar. Ellos entraron directamente porque al parecer el padrino de Naruto, Jiraiya, tenía un contacto con los dueños del salón.
La música era muy sensual, la luz de las mesas era tenue por velas. Había un gran escenario y en las barras y en algunas esquinas del lugar había hombres y mujeres bailando. Todo el ambiente estaba cargado de una  intensa sensualidad.
Las meseras y los mozos estaban con poca ropa. El show estaba por comenzar. Se sentaron en una mesa cerca del escenario. El lugar estaba repleto. 

¿Orgullo o amor? SasuhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora