Final 3

1.1K 138 36
                                    

.-Última oportunidad-.


Era tarde, extremadamente tarde, Vegetta se levantó de un salto de su cama y corrío a su baño a darse la ducha más rápida que se pudó haber dado, iba media hora tarde, a la boda del amor de su vida, y lo peor era que por el esfuerzo de correr y pensar en que iba tarde a la boda le hicieron vomitar los ya tan fastidiosos pétalos con sangre, quitándole a si más tiempo del que ya había perdido, se puso su traje negro con corbata morada, sus zapatos siempre impecables y su cuarzo rojo reluciendo entre el negro del traje.

Termino de arreglarse lo más rápido que pudo y empezó su caminata hacía la salida de su casa, pero un fuerte dolor le hizo detenerse y caer de rodillas al piso.

Tuvo miedo.

No podía moverse, su cuerpo no respondía y como si no fuera ya bastante malo, la tos que tanto odiaba havia vuelto y se estaba convirtiendo en vómito, un vómito de sangre, jugos gástricos, pétalos y tulipanes.

Y Vegetta sintió miedo, no de morir ahí, sino de no poder volver a ver Auron una vez más y es gracioso el hecho de que, de todo lo que le pudo haber asustado en ese momento tuvo miedo de no volver a ver a Auron.

Después sus músculos se relajaron y calló al piso, estaba abatido, se sentía completamente vacío, no tenía nada en el el estómago, y sus órganos empezaban a doler por las pequeñas ramas que se iban formando en su interior, pero no le importaba, no le dolía nada físicamente, porque su mente lo atormentaba más que su propio e inútil instinto de tratar de sobrevivir, porque trataba a toda costa sacar de su propio cuerpo la planta intrusa.

Perder a la única persona a la que probablemente le llegaste a importar dolía más que vomitar sangre y tulipanes, dolía más que cualquier cosa. Porque no tenía a nadie con quien correr, no tenía nada de lo que le pudo llegar a hacer feliz, y todo lo que quiso para ser feliz pasaba por sus ojos diciéndole adiós de manera cínica.

Después de perder otros 5 minutos tumbado en el piso, se puso de pie nuevamente, y volvió a emprender su camino a la iglesia, pero sin el apuro de antes, ahora sentía que arrastraba los pies en cada paso que daba.

Y a medio camino sintió que su comunicador sonaba. (era una llamada de Auron)

No contesto, no porque no quiso, sino porque en cuanto vio quien lo estaba buscando, su cuerpo se trató de deshacer de lo que lo estaba matando provocando a si que la planta se aferrara más a su cuerpo y se terminará de enredar por todos sus órganos, en especial el órgano que más le dolía; el corazón.

Para cuando terminó de vomitar la llamada ya había acabado. Y entonces lo supo, no podría volver a ver a Auron nunca más, porque en cuanto se vieran mutuamente, el moriría de Amor aterrando al contrario.

No se dió cuenta cuando dos finas líneas de agua salada se deslizaban por su cara, a lo que más le tenía miedo en ese momento se estaba haciendo realidad, iba a morir sin poder a ver visto a Auron una vez más.

Y en vez de seguir su camino hacia la iglesia emprendió camino sin rumbo alguno con la poca fuerza que había en su interior.

Unos minutos después llegó al mirador de su cita que tuvo con Auron. Se acerco a el barandal, se sentó en el pasto recargando su espalda en un árbol que tenía detrás y observo el pueblo de karmaland, sin duda alguna eran las mejores vistas que jamás se hubieran visto.

Cerro los ojos con la esperanza de que todo acabará ahí, pero el sonido de su comunicador se lo impidió, sin ganas de nada lo saco con mucho esfuerzo y contesto sin prestarle atención.

Llamada

Auron: ¡VEGETTA!, ¿!DONDE ESTAS¡?

Vegetta: .....

!Save me¡ (vegeplay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora