XXI: El Profeta

10.5K 934 489
                                    

Lys salió del baño con solo una toalla en el cuerpo mientras sus mejillas estaban sonrojadas por el calor de la ducha y algunas gotas traviesas recorrían su cuerpo de forma lenta.

Tomo la ropa interior que estaba sobre la cama y se la puso de forma rápida para dejar caer la toalla y quitar la que tenía en el cabello. Se fijó en su reflejo en el espejo que estaba frente a ella.

Su piel era completamente blanca casi sin ninguna marca exceptuando algunos pequeños lunares, algunas veces le hubiera gustado ser un poco morena, recordaba que cuando era pequeña muchos niños se burlaron por su tono de piel, a pesar de que solo eran simples "bromas" resultaban hirientes. Nunca considero tener un buen cuerpo, era algo normal, sus pechos no eran tan grandes, pero si lo suficientes para usar un buen escote, pero de lo que estaba sumamente orgullosa era de sus piernas gracias al ejercicio que hizo algunas veces y a la genética de su madre eran esbeltas y largas, siempre que podía se ponía vestidos o faldas que las dejaran a la vista. Tenía el conocimiento de que llamaba la atención de los hombres quizá se debía a su parte veela, algunas veces solía ser molesto, ya que no la dejaban en paz.

Bajo la vista y alcanzo a ver unas pequeñas marcas entre verde y moradas, una sonrisa se instaló en su rostro al recordar al chico que se las había provocado.

George Weasley.

El pelirrojo era la perfecta mezcla entre salvaje, erótico y tierno.

La sabia follar tan bien que siempre la dejaba con las piernas temblando por tanto placer, pero siempre se preocupaba por ella, porque se sintiera cómoda y lo disfrutara.

Un cosquilleo recorrió su vientre bajo al tocar su cuello y recordar la gran mano de George sobre este quitándole el aire por unos segundos. Sentía el cuerpo caliente y su núcleo palpitar, mientras todas las caricias de George pasaban por su mente, el como la tomaba de manera tan brusca y el cuándo la penetraba la volvía loca.

Su braga comenzó a humedecerse, tomo su varita y puso el hechizo muffliato y antialohomora para dejarse caer sobre la cama.

Acaricio de forma lenta su abdomen sintiendo cada centímetro de su cálida piel para bajar hasta el inicio de las bragas, se detuvo unos segundos para pasar sus delgados y gráciles dedos por encima de la tela, estaba completamente empapada por recordar las caricias de George sobre su cuerpo.

Su mano libre de adentro en su sostén, sintió su pezón izquierdo duro, lo recorrió lentamente y apretó de forma suave, de su garganta escapo un suspiro y sus bragas se mojaron aún más.

Su mente traicionera le hizo recordar la larga lengua de George lamiendo su parte más sensible, el aliento del chico rozándola para después devorarla de forma lenta pero sumamente placentera

Hizo la tela a un lado para acariciar sus pliegues de forma lenta, trazando cara caricia que el pelirrojo le daba cuando estaban juntos.

-George...

Escapo de sus labios, para comenzar con movimientos circulares sobre su ya hinchado clítoris.

La imagen del chico dando pequeños besos alrededor de su cuello para llegar hasta sus pechos y comenzar a lamer y succionar sus pezones para continuar saboreando el resto de su cuerpo, se instaló en su cerebro provocando que el calor entre sus piernas aumentara.

Sempiterno |George Weasley Smutfic||+18| [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora