Oye idiota, el amor es un rumor más.

¿Amigas? Vale.

¤Narra Elizabeth.

-Bien Elizabeth, siéntate al lado de la señorita Smith. -Tíooo, que me llamo Liz.

-Tío, Liz.

-¿Eh? Aquí eres Elizabeth. Cállate y siéntate por favor.

-Vaaale.

Me dirijo hacia la chica que señaló mi tío, es muy maja. Creo que nos llevaremos bien. Es la única chica que veo que no usa extenciones aquí, ni es pija. Tiene pinta de ser niña mala, jaja, veremos que pasa aquí.

-Pero que ésto está muy aburrido, joder.-Dice la chica, creo que quiere sacar tema de conversación.

-A mi me encanta historia, ¿Sabes?

-Jaja, ¿estás segura de que eres una adolescente? Que va, yo la odio.-Suelto una carcajada, para nada discreta.

-Ustedes dos, ¿El primer día y ya corrompen mi clase? -Bien tío, interrumpe la charla.

-Venga tío, que no es para tanto.

-Si señor, no querrá que su niñita se quede sin amigos, ¿No?-Esta chica me gusta.

-Presten atención, ¿Ok?

-Siiiiii.-Decimos las dos en un tono de: Me vale verga,joder.

(...)

Por fin, el almuerzo. Tres horas de historia aburre. Me presentaré con la chica muy maja, no recuerdo haberle dicho mi nombre.

-Por cierto, me llamo Elizabeth, me dicen Liz.

-Que bonito nombre. Hanna, un gusto. -Me da un beso en la mejilla super tierno.

-Bueno Han, ¿Me acompañas a comer algo? No soporto ni un minuto más  aquí adentro.

-Vale, vayamos.

Luego de un rato, pude conocer a Hanna, la verdadera Hanna. Esa chica que sabe decir lo que piensa, sin importarle lo que digan los demás. Esa chica, algo tímida, pero extravagante. Con su preciosa sonrisa. Sus ojos color café muy claros, y grandisimos. Su cabello color castaño, tirando a rubio.

Es preciosa, y muy cariñosa. 

-¿Te digo algo? La verdad es que no tengo muchos amigos aquí. Es dificil que las personas se acerquen a alguien con el cabello azul.- Nos reímos en coro.

-Pues, ¿Amigas? -Bien, ya tengo a alguien con quien hablar, salir y divertirnos. Le pediré que me muestre la ciudad.

-Vale. ¿Te llamo ésta tarde?

-Claro guapa, se enseñaré la preciosa ciudad de Madrid. Te va a encantar.

-Muchas gracias, me largo de éste infierno, luego te llamo preciosa.

Y con eso me despido, rumbo a la casa de mi mejor amigo. Hace más de un año que no vengo a Madrid, ojalá no me haya olvidado el muy gilipollas.