Vida

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-Hola, sé que es bastante tarde. Pero necesito hablar con alguien y nadie me transmite más confianza que tú. Verás, últimamente no le encuentro sentido a la vida, no.
Le sonrío cuando me levanto y le doy las buenas noches cuando me acuesto, pero parece que no le caigo bien. Si me pidiera que le acompañe a algún sitio, me pondría mi mejor tejano, una buena sudadera e iría sin pensarlo.
Parece que no quiere que yo le acompañe.
Me gira la cara cuando le miro de frente, se hace la sorda cuando le llamo y cuando me ve a lo lejos, se hace la loca y cruza de calle.
No le encuentro sentido a su comportamiento, me hace sentir mal y me hace juzgar el motivo por el cual estoy aquí. Veo como todos son aceptados en ese círculo tan exclusivo de amistades que la vida tiene y me pregunto qué tienen ellos que no tenga yo.
Sé que es tarde, pero más tarde será cuando tenga el coraje suficiente como para quitarme la vida. No quiero morir sin disfrutar y siento que disfrutar ya no es posible.
¿Qué ha pasado? Antes éramos todos felices y ahora la felicidad está al alcance de borrachos, clase alta y drogadictos.
La vida se nos escapa y como dijo Mújica, no puedo comprar vida en el supermercado.

La poesía es cosa de estúpidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora