Stuck With U [JenLisa]

Nacimiento

Lalisa suspiró, quitándose los auriculares y estirándose el lóbulo levemente, intentando deshacerse de la sensación del aparato.

Incluso sus orejas se sentían cansadas.

Su reunión se había extendido más de lo que esperaba, dejándola de mal humor por tener que escuchar a los mismos hombres insinuándoles todo el tiempo como debía hacer su trabajo.

Palabras que en ella no influían, y que con una sola mirada severa detenía su parloteo.

Nadie iba a decirle a la jefa como llevar su negocio, además de su madre y su esposa.

Por suerte, su pequeño lindo hijo había ido a visitarla, y aunque de una manera muy inusual, había logrado subirle un poco los ánimos.

Observó el marco con foto en su escritorio y lo tomó en sus manos, dejando salir una sonrisa.

Eran ella, su esposa y YeonJunnie, a solo unas horas de haber nacido.

Jennie se miraba cansada, debido al parto, pero su simple presencia en la foto irradiaba una felicidad enorme.

El primero de tantos momentos hermosos, siendo los tres juntos.

No pudo evitar reír al recordar ese día, el como habían tenido que salir en la madrugada porque su esposa había roto fuente, y como intentaba contarle a su mejor amigo y cuñado que el niño iba a nacer.

—Está bien, estamos bien, vamos a tener un bebé, estamos bien, ¿Tú estás bien? Yo estoy perfecta.

—¡Lalisa!—Jennie gritó su nombre con dolor debido a las contracciones, haciéndola dar un salto en su asiento y apretar el volante—Mira hacia el frente porque si chocamos y sobrevivimos yo misma me encargaré de pisarte la cabeza con el puto neumático.

Tragó en seco.

—Y llama a mi hermano.

—Si señora.

Sin desviar la mirada ni un centímetro de la carretera, tomó el teléfono de encima de las piernas de su esposa, escuchando sus quejidos y buscando el número su cuñado en donde, por suerte, sabía estaban los contactos de emergencia.

Activó el altavoz y lo colocó en el reposabrazos del auto, escuchando los pitidos.

—JungKook, JungKook, JungKook.

—Qué—Pudo reconocer su voz adormilada y enfurecida por despertarlo.

—Voy a tener un bebé.

—¿Qué?

—Voy a tener un bebé.

—¿No era Jen la preñada?

 —Que voy a tener a tu sobrino, JeonGguk, así que más te vale estar en el hospital antes de que el bebé nazca ¡Agh! El próximo lo tendrás tú—Kim miró con rabia a Lalisa, quien empezó a rezar por su bienestar.

Con un hijo le bastaba.

—S-si, ya voy noona, me estoy vistiendo, las veo allá, llego como un rayo, lo juro—JungKook cortó la llamada, dejando de nuevo a la pareja a solas.

Con un bebé que amenazaba con salir en cualquier momento, por supuesto.

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Observó a su esposa con ilusión, viéndola sonreír al pequeño en sus brazos, que apretaba con una fuerza minúscula su dedo.

Habían pasado ya un par de horas, y ella aún no podía dejar de mirarlos con lágrimas acumuladas en sus ojos.

Sentía que estaba viviendo un sueño.

Rió levemente al ver como Jennie le daba un toque en la nariz al pequeño, haciéndolo fruncirla.

—Amor—Se giró a su esposa, mirándola a los ojos—Aún estás llorando—La mayor rió levemente y ella no pudo evitar acompañarla.

—Estoy feliz—Extendió su mano y con su dedo acarició la mejilla de YeonJun, casi sin tocarlo por miedo a hacerle el más mínimo daño—Me siento completa ahora.

El recién nacido se movió levemente, acercando su cara a la mano de su madre, sin querer perder el contacto con ella.

Escucharon el característico sonido de una foto siendo tomada y se giraron a JungKook, quien les sonreía con una cámara en mano.

—Será uno de mis regalos para el bebé, ¿Soy o no el mejor tío?

Volvió a reír, dejando el marco en el escritorio y levantándose de su silla, dispuesta a ir con los dos amores de su vida.

Bajó las escaleras, escuchando las risas de ambos, que se hacían más claras conforme se acercaban.

Entró a la cocina en silencio, recargándose y observándolos desde el arco que la separaba con el pasillo.

Jennie notó su presencia y sonrió, haciendo que su hijo también se girara.

—Oh ¿Ya terminó tu reunión?—Asintió, acercándose a ellos—¿Cómo te fue?

—Bueno, estaba un poco estresada a mitad de la tarde, pero YeonJunnie fue y me animó—Colocó su mano en la cabeza de su hijo y le acarició el cabello, haciéndolo reír.

—Me alegra saber que no fui la única—Observó a su esposa confundida, mientras su hijo levantaba sus brazos.

—Soy el mejor animador del mundo—Cerró los ojos orgulloso, haciendo sonreír a ambas mujeres—Entonces, ¿Puedo ir todos los días a visitarlas mientras trabajen?—Cuestionó emocionado.

La pareja lo observó unos segundos, felices del pequeño angelito que tenían.

—Mientras seas silencioso, entonces si—YeonJun soltó un aullido de alegría, provocando que sus madres rieran.

Tenían al mejor niño del mundo.