Sinopsis

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Jennie Kim y Lalisa Manoban eran una pareja especial, que alumbraba la habitación en donde entraban.

Ellas se habían conocido, y desde ese momento, el destino había decidido que estaban hechas para la otra.

A los años de noviazgo y cuando cada una tenía un buen trabajo, decidieron casarse.

Y un par de años después, con una inseminación artificial y mucha suerte, el pequeño YeonJun llegó a sus vidas, como una copia exacta de su madre Jennie, quien había llevado el embarazo.

El primer año fue maravilloso, con pequeños errores de madres primerizas y muchos momentos donde la paciencia llegaba al tope.

Ninguna pensó que un niño que quisieran tanto podría hartarlas también.

Al segundo año, entendieron que era un duro proceso, y lograron llevarlo de manera más calmada.

Eran una hermosa familia, llena de amor y bastantes momentos graciosos por parte del pequeño Junnie y Lisa, en los que Jennie, a pesar de sentir que tenía dos niños en casa, estaba agradecida por tener a dos lindas personas que la amaban más que nadie.

El tercer año fue bastante nostálgico y difícil, porque a pesar de todos los momentos caóticos que habían pasado, el ver a su pequeño hijo entrar de la mano con su maestra del preescolar al aula, despidiéndose con una sonrisa inocente y diciéndoles que daría lo mejor de él, les había sacado unas cuantas lágrimas y quebrado levemente el corazón.

Entendieron que estaba creciendo, y que ese solo era el primero de muchos momentos en los que él iba a desprenderse de sus brazos.

Fue por eso que, a pesar de haber pasado solo 5 horas sin verlo y sabiendo que estaba fuera de casa, ninguna dudó en pedir el día libre en el trabajo, siendo las primeras madres en llegar al preescolar, 20 minutos antes de que se anunciara la salida, ansiosas de ver a su hijo.

Al verlas, el pequeño YeonJun corrió a los brazos de ambas, contándoles todo lo que había hecho en su clase de camino a la heladería, siendo cargado por mamá Lisa, mientras mamá Jen llevaba su mochila y le peinaba el flequillo de vez en cuando.

Con el paso de las semanas, entendieron que a pesar de querer pasar todo el día con su pequeño, también tenían sus responsabilidades en el trabajo, así que, aprovechando el hecho de que Chitthip Manoban había decidido mudarse a Corea para estar más cerca de su hija y su nieto, le ofrecieron vivir con ellas y cuidar a YeonJun, a cambio de una paga que les costó hacer que aceptara.

Después de todo, Lalisa había heredado el ser una persona terca de su madre.

Ordenando sus horarios y con bastante fuerza de voluntad (en especial de Jennie, intentando no escapar de su oficina para ir a casa con su pequeño) lograron hacer que las cosas funcionaran, convirtiéndose finalmente en una linda familia de cuatro, que cenaba junta todos los días, en una manera de recuperar las horas del día sin verse.

El problema llega cuando en el presente, un par de años después, una inesperada pandemia surge, atrapando a Chitthip en su visita a Tailandia sin dejarla salir del país, cancelando las clases presenciales de YeonJun y obligando a Jennie y Lalisa a trabajar desde casa.

Y en el hecho de que en definitiva, ambas habían olvidado lo bastante "enérgico" que podía ser su lindo hijo, además de notar que los años y su crecimiento, solo lo habían recargado.

Ahora, Lalisa y Jennie tenían que convivir con un estricto y complicado home working, y hacerlo compaginar con un revoltoso niño y sus poco eficientes clases en linea.

Deséenles suerte, porque la necesitarán.





















































Un JenLisa soft pq el mundo necesita más JenLisa soft

Stuck With U [JenLisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora