Nuevo comienzo

668 93 15
                                    

Al levantarse, Arisu sintió que le dolía la cabeza y el estómago se le revolvía.

Una parte de si se sentía muy enojado con Ryoko.

Arisu creía que la joven era una tonta por dejarse morir por la muerte de su madre. Sus acciones eran estúpidas e inmaduras. Tantas personas que pasaban peores cosas que ella. Verdaderamente... Ryoko no era digna de apreciar el regalo hermoso de la vida.

Él que vivió el día a día en ese infernal lugar. Quien lucho en juegos macabros para sobrevivir unos días más y encontrar el camino a casa. Arisu sentía rabia contra Ryoko y sus elecciones. La vida fue muy justa con esa niña tonta. Ella lo tenía todo, el amor de su padre, el cariño de su madre, la admiración de su hermano menor. Era inteligente, hermosa, de buen corazón y con grandes expectativas para el futuro. Que ella tirará todo eso, con la excusa de que su madre murió... Era indignante y una burla al amor que dice tener hacia su madre.

La señora Arisu no estaría en nada feliz con las elecciones de su hija. Ella estaría decepcionada y triste por lo que hizo Ryoko, y ahora...

Ahora, Arisu no sabía que podría hacer

-Mierda, mierda... -Arisu se levantó de la cama a tropezones y corrió hasta el cuarto de baño a devolver el resto de pastillas que sobraba en su estómago -R-ryoko...Mm! -Arisu quería maldecir el nombre de Ryoko.

Pero las arcadas y la sustancia que vomitaba, le impedía maldecir el nombre de dicha niña. Sólo podía soportar todo el infierno del vómito y el terrible dolor que sentía en la boca del estómago.

Al cabo de un rato, Arisu se sintió mejor.

Apoyándose contra las baldosas frías, Arisu cerró los ojos y tomo aire por unos minutos. Luego se levantó, jalo la palanca del baño y se arrastró hasta el lavamanos.

-Esa tonta... -Arisu mascullo con voz ronca - No solo se suicidó, sino que casi me mata por sobredosis.

Arisu se lavó el rostro y se enjuago la boca con abundante agua.

Justo cuando se iba a retirar del baño. Arisu se miro frente al espejo. Su impresión sobre Ryoko incremento, al ver su apariencia femenina.

No era solo una chica hermosa. Era extremadamente hermosa. Como si fuese una especie de ángel caído del cielo. Una divinidad cuya belleza no le hacía justicia ninguna simple mortal en la tierra.

Llevando ambas manos al rostro pálido que se reflejaba en el espejo. Arisu se quedó hipnotizado por los grandes ojos azules que lo miraban fijamente.

-¿Esta es Ryoko?

Su rostro era delicado. Tenía cejas finamente delineadas, pestañas largas.  Sus labios eran pequeños, de un tono rojo carmesí. Su melena era larga y oscura, se veía sedoso como las plumas de un cuervo, y su tono de piel... Por Dios, su piel se sentía tan suave. Arisu se sobresalto un poco al notar que el más mínimo toque, dejaba marcado la piel delicada de su nuevo rostro.

"No me sorprende que muchas niñas la envidiaran..."

Arisu hizo una mueca. En el espejo su rostro levemente fruncido, le hizo ver tierna. Arisu maldijo una vez más a Ryoko por desperdiciar su vida. Siendo tan joven y hermosa.

Salió del cuarto de baño y fue hasta su cama. Arisu se tumbó y miro el techo blanco de la habitación rosa.

Su mente aún era un caos y seguía sintiéndose enojado. Pero poco tiempo después, se calmó y pudo pensar mejor las cosas.

Por una parte se sentía muy feliz de estar vivo. Pero Arisu aún no concebía la idea de ser mujer y tener un nuevo nombre. Además, estaba sumamente aterrorizado de ver a sus mejores amigos vivos. Desde que los vio morir en ese lugar. Arisu aún sueña con lo que sucedió ese día. En este nuevo mundo, Chota y Karube seguían siendo sus amigos, pero le trataban de forma diferente por ser mujer.

Alice in BorderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora