Prólogo

124 11 1
                                    

Cuando la última caja tocó el piso, pude darme el lujo de tomar un descanso y mirar el modesto, pero elegante, apartamento donde viviría mi último año universitario.

Pues con 24 años, es la primera vez que yo, Acantha D'angelo, pisaba suelo americano.

Dejar mi amada Italia y a mi familia no fue fácil, pero era un merecido respiro que necesitaba en mi vida. Aún recuerdo la cara de mis familiares cuando les dije a dónde vendría, aunque claro, parte de su reacción fue porque nos les dije hasta que recibí la carta de aceptación de la Universidad Tulane...y porque lo dije en plena reunión familiar

Flashback

-Nueva Orleans!?- el grito que pego mi madre al momento de terminar mi explicación debió sonar hasta Roma- Es que estás loca niña!? Sabes que eso queda hasta el otro lado del mar!? Que pasará con nosotros!? Con tus hermanos!?

-MAMÁ CALMATE- mi grito sorprendió a todos en la mesa- es mi desición y ya está tomada, no te estoy pidiendo permiso, solo te estoy avisando.

-Gabriel, di algo!- mi madre miro suplicante a mi hermano mayor, el cual solo me miraba con el entrecejo ligeramente fruncido.

-Es lo que quieres?- ante mi asentamiento el solo suspiro y se acercó a abrazarme- lo siento Fiona, pero es su vida, ella decide- mi madre casi y hecha humo por las orejas cuando sale del comedor de la casa de mi hermano con su marido y mis hermanos menores a sus espaldas- papá estaría orgulloso de ti- me dijo en un susurro antes de besarme la frente y salir del comedor.

Mire al resto de mi familia que quedaba en el comedor, la mitad de ellos me vía con felicidad y la otra, bueno, la otra mitad estaban claramente enojados, no porque me fuera, más bien por unos cuantos millones que me dejó mi difunto padre y que me llevaré conmigo. Entre abrazos y felicitaciones, el comedor se fue vaciando hasta que solo quedó mi abuela y su hermana.

-Debes tener cuidado mi niña- la vieja voz de mi tía llamo mi atención y corrí a ayudarla a llegar a su habitación- Nueva Orleans es una ciudad llena de magia y misterios, aún sin todas nuestras fuerzas, algunas brujas se las arreglan para hacer varios hechizos- me reí un poco, no es la primera vez que mi tía me hablaba de la supuesta magia que nuestra familia tenía, aunque con 98 años, era mejor darle por su lado a mi viejita hermosa.

-No te olvides de los hombres lobo, Consuelo- ya se me hacía tarde que mi abuela no se metiera, ella con sus piernas un poco más fuertes que las de su hermana mayor, nos seguía apoyada en su bastón- niña, por lo que más quieras, no mates a nadie, o el gen que el odioso de tu abuelo les heredó, se activará- los desvaríos por la edad les pegaban fuerte a mis viejitas.

-Tranquila abue, sabes que soy incapaz de matar a una mosca- le dije una vez que ayudaba a mi tía a subir a su cama una vez que llegamos a su habitación- pero pensé que ustedes también estarían en desacuerdo en que fuera- me arrodille entre las dos camas y las vi mirarse entre ellas.

-Cariño, es tu destino ir a esa ciudad, aunque me gustaría que te quedarás aquí para que estés segura, se que ni un tornado te detendrá- solté una pequeña carcajada ante eso, de toda mi familia, mi abuela, mi tía y mi hermano eran los que más me conocían- pero escúchame bien, entraras a un mundo desconocido Acantha, el peligro no tardará en encontrarte o tú a él- sonreí ante eso- se que harás amistades que te defenderán con uñas y dientes y tú a ellos, y tal vez por fin encontrarás a tu amor épico- mis ojos se inundaron un poco, sabiendo a lo que mi abuela se refería.

-Pero recuerda Acantha, eres una mujer fuerte, pondrás a todo el mundo a tus pies- mi tía continúo una vez que mi abuela dejo de hablar- tu familia, tus antepasados, nunca te dejarán sola.

-Gracias, las quiero a las dos- les di un beso en la mejilla a las dos, realmente conmovida con las últimas palabras que me dijeron, y sin más salí de la habitación.

-Que bueno que los vampiros se extinguieron, Catalina- a unos pasos de la puerta, oí lo que mi tía le dijo a mi abue.

Estas mujeres no dejarán sus historias que les da por contar.

Fin del Flashback

Me reí al recordar a esas viejitas que amo con mi vida y a los cuentos que me contaban de niña; brujas, lobos,vampiros, de eso trataban los cuentos de mi infancia, no me quejo, me encantaban, disculpen, me encantan.

Gemí con disgusto cuando mi estómago gruño, realmente no tenía ganas de salir y comprar algo, pero el hambre y el antojo de una hamburguesa con extra queso pudo más que mi flojera. Tomé las llaves, celular y cartera, y salí dispuesta a ir al establecimiento de comida rápida que vi cerca, las calles de la ciudad eran tal y como se veían en una de mis series favoritas, llenas de vida y música, algo a lo que definitivamente podré acostumbrarme. Corrí con suerte, en cuanto cruce la puerta de aquel establecimiento, empezó a llover a cantaros, solo me quedaba esperar a que se calmara.

Casi dos horas después la lluvia paro, y con mi apetito saciado emprendí el mismo camino hacia mi apartamento con cuidado de no perderme. De un momento a otro, empecé a saltar en los charcos como una niña, riendo como si fuera una loca, aunque paré en seco al escuchar mi nombre, antes de voltear, me dio un tremendo dolor de cabeza, que casi hizo que cayera de cara al suelo, aunque no pude evitar pisar en falso un escalón, más voces se unieron a la anterior, diciendo algo en lo que pude reconocer era latín, no soportaba el dolor así que me deje caer de rodillas y un grito salió de mi cuando mis rodillas no tocaron el suelo y empecé a caer en un pozo que no parecía tener fin.

No sé cuánto tiempo caí, pero al fin toque algo sólido, aunque fue doloroso, escuché madera romperse y juro que algunos de mis huesos también. Estaba en shock, no sabía que acababa de pasar, escuché voces a mi alrededor pero mi cerebro aun no conectaba bien, sentí como alguien me tomaba sin mucha delicadeza y me ponían en algo suave y me daban a tomar algo amargo, realmente amargo, quise escupirlo pero me obligaron a tragarlo, y al instante todo dejo de doler y mi cabeza se aclaró lo suficiente como para ver a las personas enfrente de mi, de inmediato mi boca se abrió por completo al ver a semejantes adonis frente mío.

-Niña, nos estás escuchando?- pregunto el que estaba a la derecha.

-Santa madre que me parió- por sus caras comprendí que había hablado en italiano o griego, la verdad no le preste tanta atención.

No cuando tenía enfrente mío a Daniel Gillies y a Joseph Morgan.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Nueva historia!

En cuanto tuve un internet seguro me puse a escribir esta historia, si bien se tardará en actualizar un tiempo en lo que me pongo al corriente con mi otra historia, trataré de organizar mis tiempos para actualizarlas.

También tardaré en actualizar está, ya que aunque ya terminé de ver la serie, realmente no recuerdo mucho de los primeros capítulos, así que me tocará verlos de nuevo (lo cual es un poco difícil tomando en cuenta que Netflix la quitó de Latinoamérica)

Esta historia empezará a partir del capitulo 6 de la primera temporada.

Amantes de The Vampire Diaries y The Originals y a todos en general, espero que les guste

Universo de pantalla / The Originals [E.M/F.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora