Un día, cuando estaba por salir de la academia, tu llegaste y me pediste hablar por unos momentos, acepte, quería saber si se trataba de un mal chiste para de ese modo hacerte parar la pérdida de tiempo
Fuimos hasta la parte trasera de la academia, ahí... me dijiste tus sentimientos. No lo negare, me dejaste sin palabras pues, que yo recordará, jamás había cruzado ni media palabra contigo antes, pero luego me aclaraste mis dudas y dijiste, que todas esas palabras bonitas... no eran para mi, sino para mi mejor amiga, de la cual estabas muy enamorado Tal parecía ser que, intentando acercarte a ella, terminaste mintiéndole con que eras Bisexual y que para colmo, que recién estabas saliendo con un chico
Patético, así te llame y entré lágrimas de desespero me dabas la razón, querías acercarte a mi amiga y querías que tu mentira se hiciera realidad, todo por tu conveniencia, me daba asco seguir escuchándote hablar
— ¿Y qué tengo que ver en todo eso?
Pregunté finalmente queriendo que esa conversación se acabará. Ahí entendí tus intenciones conmigo; querías matar dos pájaros de un tiro Primero: Querías acercarte a mi amiga Y en segundo: Querías que tu mentira fuese "verdad" Lo gracioso es que podías conseguirlo, si yo era participe en todo ese circo tuyo
— Me niego, lárgate sino quieres que te envíe al hospital
Me dí la vuelta llendo de nueva cuenta hacia la salida, había perdido mi tiempo. Sin embargo, te pusiste de rodillas pidiéndome que te ayudará ¿Qué acaso no conoces la dignidad? Tal parece que no, jurabas que tus intenciones no eran malas, que únicamente serían sesiones de pareja, todo medido. Todo sería sin amor
Entre ambos creo que yo soy el más idiota, pues simplemente podía darme la vuelta y dejarte humillarte hasta que decidieras levantarte y buscar a alguien más para pedirle patéticamente eso como a mí, pero... Acepte, por pena
Durante los primeros días, hacíamos lo que según tu eran "cosas comunes entre parejas"
Nos íbamos a la academia juntos, comíamos juntos en el almuerzo, esperábamos al otro en la salida para así darnos un "beso de despedida" en la mejillas, nos tomábamos de las manos, en fin, nada fuera de lo que una pareja comúnmente haría. Al poco tiempo los rumores de nosotros dos crecían en gran medida, la mentira se hacía "real" y ahora era el momento de seguir con nuestro plan
— Vamos, no es tan difícil ¿Sabes?
— No lo sé... no me siento preparado todavía
— Solo iremos, te presentaré a Sakura como un nuevo miembro de nuestro club y listo, podrás pasar tiempo con ella como querías
— ¡Por el amor de dios Natsuhiko! ¡Actúa como hombre y camina!
Costó, pero logre que te presentarás como miembro del club, y "mi pareja" de paso, de ese modo seguiríamos con la farsa hasta que fueses más cercano a ella
Sabía que todo era actuado, las palabras bonitas, tu forma de ser conmigo y algunos regalos que me dabas en ocasiones, todo Era solamente para hacer creíble nuestra mentira, pero... debido al tiempo que pasabamos juntos, cada día descubría algo nuevo sobre ti, tus gustos, tus disgustos, en lo que eres malo, en lo que eres bueno Y todos esas virtudes y defectos, me hicieron sentir algo por ti, algo real...
Pero, ahora que ella se lleva mejor contigo no debería decir nada ¿Cierto? Tu y yo no somos ni seremos algo más allá de "cómplices"
Debería rendirme... ¿Verdad?
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