Él corría a toda prisa hacia el club de radio, ensanchando una gran y encantadora sonrisa en su rostro, estaba muy ansioso aunque eso en él no era sorpresa para nadie al ser visto como un «niño pequeño» pese a su edad
Una vez vió la puerta de aquel salón, la abrió de golpe sin importarle haber dejando a un joven alto de cabellos castaños rojizos y una señorita de elegante porte bastante confundidos
— ¡Natsuhiko!
— ¿Hummm...? ¿Qué sucede, enano?
Sin dar explicaciones se acercó al más alto, depositado un pequeño beso en su labio inferior. Maldita sea la estatura
— ¡No ocurre nada! ¡Solo quería mi beso de buenos días! ¡Bueno, me voy!
Y así como había entrado al salón, así se había ido sin dar explicaciones o algo más, típico de él
La peli verde solo miraba al de ojos grises con desinterés, pues este parecía haber enviado su cerebro a saturno y parecía que no volvería dentro de un par de horas
— Los dos son un dolor de cabeza
Dijo saliendo del salón. El oji gris se quedó ahí, con su rostro más rojo que su propio cabello, sabía que su novio tenía la costumbre de hacer eso todas las mañanas sin falta. Claramente no se quejaba, pero nunca se terminaba de acostumbrar a ello
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❴¿єstúpídσs?❵
— ¡Dime, dime! ¿Quién soy?
— Yugi Tsukasa-senpai
— ¡No! ¡Soy Amane! ¡Tienes que confundirme con Amane!
El rubio de ojos azules suspiro rendido sin saber que cara poner ante la situación, el menor de los Yugi era de lo más fastidioso en ocasiones, pero no más que su novio
— ¿Y para qué quieres que te confunda con Amane?
— ¡Para demostrarle a Amane que su novio es más estúpido que el mío!
En esos momentos, no sabía si sentirse únicamente ofendido, o empezar a buscar la manera de cómo reemplazar a esa pequeña peste con un gato sin que nadie notará la diferencia
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❴єstudíαr cσntígσ❵
Para él no había peor cosa que tener que estudiar, que no fuera estudiar con el pequeño oji ámbar. No era que no deseara aceptar su ayuda ¡Al contrario! Le gustaba mucho pasar tiempo extra con él fuera del club. Lastimosamente, Tsukasa era un bromista de mal gusto
— ¡Oh! ¡Ese tema lo ví ayer!
— Pero, enano... tu vas a primero de preparatoria y yo a segundo
— ¡Exacto! Los maestros saben que jamás lograrás resolver un problema de segundo año y por eso te dan de primero ¡Saben que Natsuhiko es un tonto!
Si, definitivamente le gustaba bromear pesado, pero no todo era malo. Si fuese la peli verde quien le enseñará probablemente terminaría con la cara morada de tantos golpes
