Esta es una pequeña historia como homenaje a la cantante española Aitana. Está inspirado en su disco "11 razones", sobre todo (aunque hay dos canciones que no pertenecen a ese álbum pero que he añadido a la historia como bonus).
Cada canción va unid...
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Hace un año estaban juntos en una playa sonriendo y siendo felices. Pero él tuvo que cagarla como siempre. La hizo daño. Y ahora no quiere ni oír mencionar su nombre.
Supo que tenía que dejar de intentarlo cuando la oyó cantar en aquel pub. Supo que ningún intento funcionaría, aunque le suplicara, aunque llorara, aunque la llamara todos los días. Se había acabado.
Pero, aunque lo supo, no pudo dejar de intentarlo.
Y la fue a buscar a su casa. Y la llevó una rosa como la que le regaló esa vez. Y le juró que iba a cambiar, que se había dando cuenta que toda la culpa era suya.
Pero ella por toda respuesta le cerró la puerta en las narices.
Ya ha pasado un mes de eso pero sigue martirizándose. Porque la culpa fue suya. Porque podrían haber sido muy felices sino se hubiera comportado como un crio. Si se hubiera dado cuenta antes.
Abre la puerta de casa y deja las llaves en la entrada.
-¿Alex?¿Qué tal el partido?-pregunta su madre saliendo de la cocina.
-Bien. Hemos ganado.
-No pareces muy contento.
Alex no contesta y se va a la cocina. Su madre lo mira preocupada. Hace tiempo que está así, como sin ganas de nada. Le está empezando a preocupar.
El chico coge una carta que está encima de la mesa de la cocina. Va dirigida a él.
-¿Y esto?
-Estaba en el buzón. Ve a lavarte las manos y ven ya a comer que ya está lista la ensalada.
El chico resopla y se va hacia el baño abriendo la carta.
No sabe de quién puede ser... hasta que ve la letra.
Paso 6: despedirme de ti.
Once razones para olvidarte Que no te habías ido Y yo ya había aprendido a extrañarte Que entre menos me querías, menos yo podía dejarte Y que la estupidez más grande Fue nunca aprender a olvidarte Por tu culpa se ha quedado un corazón sin vida Un recuerdo y una herida Dividiendo nuestras vidas Cuando te fuiste Entre más me dolía, más me convencía Que si no ibas a volver, aunque me dolería Todo daría igual Estas son mis once razones para olvidarte
