DEVINE HELL

C U A T R O

Viernes por la mañana, las tres amigas salieron de la cama temprano. Danna está cocinando el desayuno para todas, Cyara está poniendo la mesa y Haise está sirviendo el jugo de naranja. Todas tienen una sonrisa presumida en sus labios, pero ninguna ha dicho el porqué. Danna sirve tres platos de huevos, tocino de pavo y aguacate encima en pan tostado integral.

—Muchas gracias Srta. Silvetti.—Haise toma el plato de sus manos, dejándole un besito en su mejilla.—esto huele delicioso.

—Estás de buen humor esta mañana.—Cyara se acerca a ellas para tomar su plato.—¿Por qué será?—pregunta con una sonrisa socarrona estirando sus labios.

—Por nada.—la pelinegra pone un pedazo de tocino en su boca.

—Hm...—Danna la mira con los ojos entrecerrados.—No sé pero esa sonrisita no es por nada.—vuelve a ver a Cyara.—¿O tú qué crees?—cuestiona con la ceja alzada.

—Veamos.—Cyara dice con una gran sonrisa en sus labios.—Sonrisa boba, buen humor que apareció de la nada...—la sigue viendo.—y ese brillo en tus ojos, ese brillo solo significa una cosa.—vuelve a ver a Danna y ambas chicas se ríen.

—¡Te dieron una buena follada! —las dos dicen al mismo tiempo y con una sonrisa engreída en sus labios.

Haise se ríe a carcajadas junto a ellas, sabía que no podría ocultar algo así, mucho menos con estas dos.

—Tienes ese brillo en los ojos que grita "me dieron una buena follada", y no es cualquier follada, es una follada espectacular.—Cyara agrega mientras las tres se sientan en el comedor, recordando una follada que ella tuvo así hace unos días. Bryant. Sus dedos le pican por mandarle un mensaje para follar otra vez, pero ella sabe mejor.

—Espectacular es poco.—Haise dice lamiéndose los labios con tan solo el recuerdo de anoche.—Ese hombre es sexo ardiente en forma humana.

El cuerpo de Danna se estremece, recordando todo lo que pasó con Christian hace algunos días. Christian. Dios, ese bendito trago la había puesto cachonda y el tipo como buen samaritano vino y le hizo sentir un placer incomparable. Las tres amigas se empiezan a poner cachondas con tan solo el recuerdo que esos hombres las hicieron sentir.

—Viéndolo bien, ustedes también tienen ese brillo en sus ojos.—Haise comenta mirando a sus amigas detenidamente.—¿Su visita al infierno también fue así de espectacular?—pregunta con una sonrisa burlona en sus labios.

—¿Así que fue en Devine Hell?—Danna dice en un tono burlón tratando de cubrir el hecho que se está poniendo caliente por la conversación.

—Sí.—la pelinegra contesta con una sonrisa engreída.

Su respuesta hace que Cyara recuerde con lujos y detalles el encuentro que tuvo con Bryant.

—¡Dios! ¡Qué hombre!—la pelinegra deja salir un gemido al recordar el olor de Christopher, sus caricias y la fuerza de sus embestidas.—Me hizo tocar el cielo con las manos. —agrega en un tono de ensueño.

Danna mete un trozo de jamón a su boca tratando de mantenerse ocupada para no comenzar a hablar de más.—¿Y...cómo fue?—pregunta Cyara. Haise la mira. Y Danna también lo hace.—¿Qué?—pregunta la rubia.—¿Es algo malo querer detalles de las folladas de mis dos mejores amigas...?

—Eh...

—¡Fue espectacular! Morboso. Caliente.—exclama la pelinegra.—Saben que tengo debilidades y este hombre, Christopher; en serio tenía todas y cada una de mis malditas debilidades...

—Eso suena cachondo y ese tal Christopher suena como a que es un jodido Dios del sexo...—se ríe Danna. Haise se muerde su labio inferior.

—Amo del infierno suena mejor.—responde divertida.—¿Y ustedes que tal fue?—quiere saber la chica. Cyara estira sus labios antes de que una amplia sonrisa se abra paso en su boca.—Creo que esa sonrisilla lo dice todo...

—Se llama Bryant y este sí es un jodido dios del sexo...joder, ese hombre sí que es un experto y sabía perfectamente bien que era lo que estaba haciendo. Sabía justo donde tocar y cómo hacerlo.—exclama y Haise se ríe.—Tengo su número, de hecho...

—¿Mensajean y todo...?—cuestiona la castaña.—Vaya, eso en ti es otro nivel...—agrega llevando el pan tostado a su boca. Cyara se ríe.

—No mensajeamos, boba.—responde encogiéndose de hombros.—Pero la galantería y el coqueteo lo que incluye los números de teléfono desde luego después de un buen polvo son...interesantes. Beneficios post placer, podrían llamarse...

—¿Y si no mensajeas con él para qué demonios quieres el número de teléfono?—pregunta Haise.

—Tal vez podría enviarle un mensaje para decirle que quiero volver a follar con él...—anuncia despreocupadamente pero en el fondo las ganas que siente de hacerlo son muy reales. Todavía puede sentir los labios de Bryant en su piel, los recuerdos de su follada la han acompañado desde esa caliente noche y joder, le encanta.

—Vaya...repetir un buen polvo...suena bien.—le concede su amiga.—¿Y quién podría negarse a un buen polvo...?

—Y tú no te hagas la desentendida...cuéntanos como te fue...—exclama la rubia en dirección a Danna.

La castaña se muerde los labios y niega lentamente dejando que una amplia sonrisa adorne sus labios. Recordarse a sí misma sentada sobre la polla de Christian es probablemente el recuerdo más cachondo que tiene.

—Increíble.

—Guau.—responde irónicamente.—Súper explícita, Danna...

—No lo sé. Fue todo tan extraño pero sin duda alguna fue muy caliente follar con un completo desconocido...y la verdad es que me encantó...Dios, me siento como Cyara...

—¡Yo me siento como una madre orgullosa!—canturrea la rubia tomando el tenedor y fingiendo que lo lame.  Haise y Danna se ríen.

—La verdad es que justo cuando creía que mi noche no podía ir más miserable y horrible me encontré con Christian o más bien él fue quién se encontró conmigo. Pidió un trago para ambos y después...follamos.—hace un ademán.—Devine Hell crea propios tragos ¿saben? Afrodisiacos; incitándote a...pecar.

—Lleva el infierno en su nombre, Danna...no es como que quiera incitarte a rezar...—se burla la pelinegra.—No solo es un bar y ya...es algo más...todos esos rumores sobre ese lugar son ciertos...

—Como sea. Fue caliente, maravilloso y lleno de placer.—anuncia Cyara.—Y en vista de que cada una obtuvo la follada de su vida creo que mañana podríamos ir de nuevo; con la bendición de Satanás desde el infierno podemos encontrarnos de nuevo con estos tres especímenes del sexo y podemos repetir nuestras experiencias ¿no?—cuestiona alzando una ceja.—Será un verdadero pecado de los malos si no aceptan así que no pueden negarse, habíamos quedado que iríamos desde antes de encontrarnos con esos hombres y ahora tienen una razón más para aceptar...

—No encuentro ninguna falla en tu lógica.—se burla Danna.

—Vayamos mañana entonces.—decide Haise.—Pero señoritas; mientras eso pasa...se está haciendo tarde para el trabajo...