Sword and Boosted

Capitulo 0

Había envejecido, su cuerpo dejo de ser lo que era hace mucho tiempo, su vida estuvo llena de dificultades, pero también estuvo llena de bueno momentos. Y aunque es viejo, sus recuerdos desde aquel incendio de hace tantos años, en donde "él" nació sigue grabado en su mente, pero su trayecto hasta su punto actual valió la pena.

Muchos son los recuerdos, en su mente. Todos muy importantes para "el".

Pero-------.

El recuerdo más valioso que tiene, es cuando lucho contra aquel "Arquero de rojo". Era fuerte, rápido eh inteligente, cuando piensa en ello mas se da cuenta de que pudo matarlo en cualquier momento y de cualquier forma. Y aun así se apiado de "el", le mostró el final de sus ideales erróneos y le enseño a cómo evitarlos. Todo en una batalla de voluntades, en donde para su fortuna salió como el vencedor.

Aunque es triste, en la flor de su juventud. Culpo una y otra vez a aquel héroe sin nombre, reducido a un perro de ataque. Pero cuanto más pasaba el tiempo más entendió las acciones de aquel "hombre de rojo", y entendió lo infantil que estaba siendo y mas aun comprendió sobre su única verdad.

Y con el tiempo, el perdono a aquel hombre de rojo. Aunque después de todo ¿Cómo no podría perdonarse así mismo? Porque por malo que fuera, el ese hombre sufrió. Vio como sus ideales, 'sus' ideales lo rompieron y la fracturaron. Vio como todo en lo que creía lo traicionada. Y vio como termino solo sobre una colina de espadas.

Es realmente triste, saber que los peores monstruos nacen por tener buenas intenciones. Al principio nunca se dan cuenta de lo que hacen hasta que ya es demasiado tarde. Y es por eso, que él perdono a aquel que tiene un corazón de vidrio.

Pero hay veces que "el" puede escuchar los llantos doloridos de un hombre que lo ah perdido todo.

Con una sacudida de su cabeza, se da cuenta de algo. Y ¿Qué seria eso? Pues su momento final ah llegado. Su viejo corazón le indica que ya es hora de partir.

Con una sonrisa amarga, a sus 98 años de edad. Emiya Shirou da sus últimos pasos por la vieja finca Emiya.

El sonido de las charlas, llegan a sus oídos mientras avanza por el pasillo tenue mente iluminado de su casa. Sus hijos y nietos charlan entre sí. Sonriendo para sí mismo se detiene cerca de la entrada del comedor y observa a todos sus familiares hablar y sonreír entre sí.

Pero con una sacudida de su cabeza con una sonrisa, Shirou avanza hacia otra parte ya que aquí no es su destino. Pero desapercibido para él, una pequeña figura sale del comedor y lo sigue.

Llegando al porche del patio de la finca Emiya. Shirou se sienta en el lugar en donde tuvo su ultima charla con aquel hombre que lo inicio en su largo y cansado viaje.

Y con sus ojos grises, Shirou observa el cielo nocturno iluminado por la luna y las estrellas. Su hora final está justo encima de él, pero su corazón ya está preparado.

No obstante------------.

--Abuelo—la voz de un niño barón llega a los oídos del viejo Shirou. Y de forma lenta este se gira para ver a un niño.

Un niño, de cabello rubio con mechones rojos, con una piel blanca y ojos verdes amarillentos. Quien viste casualmente.

Y con una sonrisa envejecida, Shirou observa al más pequeño de sus nietos.

--¿Si Bedivere?—hablo el viejo al joven.

--¿Estas bien?—con una sonrisa irónica, Shirou recuerda que el pequeño a su lado es perspicaz, mientras este pregunta con duda.

--Solo un poco cansado, es todo—tranquilamente Shirou pronuncia sus palabras, mientras dirige su mirada al cielo.

--Oh! vale—dijo el niño, mientras se sentaba al lado de su abuelo.