Sword and Boosted

Capitulo 4

◤La llamaron "Guerra del cielo".

La primera guerra registrada en la historia.

También conocida como la guerra de la primera rebelión.

El ¿resultado? fue una derrota total para el lado rebelde. Lo que terminó en su desgracia.

Ángeles cayeron del cielo, como una lluvia torrencial. Que terminó hasta que el último de los corruptos no hallo lugar en el cielo.

A estos ángeles se les llamo "los primeros caídos" y con el tiempo se les conoció como demonios. En su depravación, todo atributo celestial que los conectaba con el padre se perdió, reemplazado con características de aberración.

Cuernos, colas y demás caracteres que representan la maldad, caracterizan a estos ángeles que cayeron desde el trono de la gracia. Estás marcas que poseen en sus cuerpos representan la iniquidad sobre la tierra.

Sin embargo.

De esta caída, hubieron ángeles que no adoptaron la demonización. De hecho buscaron nuevamente la gracia y el perdón del padre.

Y el padre en su infinita misericordia les otorgó, el perdón.

Pero como parte de la paga de su pecado. El padre les impuso la tarea de vigilar a su nueva creación.

Y les otorgó el título de "Vigilantes". Los ángeles que velan por el hombre.

Sin embargo, no hay que confundirlos con Azazel y sus seguidores quienes mancharon la nueva creación del padre. Incluso antes que la propia estrella de la mañana que cayó del cielo.

Sobre los vigilantes, reina un Serafín. Que con el tiempo se gano su propia historia, en las culturas del hombre. Lo que terminó pintando sus alas, de un color fino como la plata.

A este ángel se le conoce, Como Arael. Quien cayó el primer día de la guerra del cielo◢

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Con un gruñido.

Raynere abrió sus ojos.

El dolor en sus articulaciones deja en claro que durmió en una mala postura.

Su mente confusa rápidamente vuelve a los sucesos del día de ayer y--------.

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Un dolor agudo cruza su cabeza, enviando una ráfaga de dolor que baja lentamente por su espina dorsal hasta sus caderas.

Un momento más tarde, los recuerdos del día de ayer se hacen claros para Raynere.

Miedo, confusión y paranoia sacuden su ser completo. Activando sus habilidades motoras nuevamente.

Rápidamente Raynere comprueba su cuerpo, y milagrosamente aún esta vestida con las ropas del día de ayer, cuando tuvo la cita con........Esa cosa.

Lo que Raynere pensaba que sería algo fácil, resultó ser algo imposible de realizar.

Ya que para su mala fortuna, a quien se le pidió eliminar. Resulto ser nada más y nada menos que "El Emperador Dragón Rojo" o "Sekiryuutei".

Esa monstruosidad, está muy pero muy lejos de ser remotamente fácil de eliminar.

Los huesos de Raynere se estremecen de solo recordar lo que paso.

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