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El par de amigos se adentra en la cafetería mientras conversan de temas triviales. El lugar es amplio y cómodo, ideal para que los estudiantes se relajen un poco mientras toman una taza de café y se olvidan del estresante día que han tenido.

Taehyung se acerca al mostrador, siendo atendido por un chico pelinegro que le brinda una sonrisa que perfectamente podría ser de un comercial de pasta dental.

—¡Buenas tardes! Bienvenidos a la cafetería del campus, soy Kim Seokjin. ¿Qué van a pedir?

—Yo quiero un té de frambuesa.— dice el peliazul, su amigo mirando la lista de bebidas en la pared.

—Yo quiero... Un té verde... No... Mejor un batido de fresa... O... Ay no sé.

—Dale un frappuccino.— dice y el pelinegro asiente para preguntar si lo quieren para llevar o tomar ahí y luego dirigirse a la cocina.

Ambos se mueven de la fila mientras observan los postres.

—Hubiéramos pedido algo para comer también.— se queja el pelirrosa mientras pasea su mirada por la cafetería.

—Estuvimos dos horas para que eligieras una bebida, cosa que terminé haciendo yo, y querías elegir un postre también.

Jimin se encoge de hombros mientras enfoca su mirada en algo, o más bien alguien.

—¿Qué tanto mirás?

—El chico de abrigo negro, ¿no te parece lindo?

—Me parece que se va a agarrar sarampión por estar tan abrigado. Pero lindo, sí, es bastante lindo.

—Bueno, bueno. No lo mires mucho que yo lo vi primero.— se queja Jimin, obligándolo a dirigir su vista al mostrador nuevamente.

Taehyung suelta una risa que es callada por un estruendo a sus espaldas, un par de tazas rotas en el suelo y el pelinegro que los atendió anteriormente saliendo de la cocina.

—Pero la puta madre.— murmura soltando un suspiro y se dirige a el par de amigos. —Mi compañero ya les trae su pedido.— ambos asienten y lo ven dirigirse al lugar donde el chico que derramó todo se encuentra limpiando vagamente. —Ta, dejá. Para limpiar con tan pocas ganas ni lo hagas.

Ambos se ríen levemente, Taehyung sintiéndose paralizado de repente cuando ve un chico pálido saliendo de la cocina mientras llama a los dueños del pedido que trae en manos, su pedido.

—Taehyung, eu.— lo llama el mayor. —¿Vas a ir a buscar el pedido o...?

El mencionado asiente mientras se dirige al mostrador.

—Hola Taehyung.— dice Min dedicándole una sonrisa. Por algún motivo el peliazul se siente alegre al saber que sabe su nombre.

—Yoongi.— imita el gesto del contrario mientras busca su billetera.

—Acá está su pedido.

Taehyung asiente mientras agarra la bolsa y paga ambas bebidas, agradeciendo y despidiéndose.

—Que tengan linda tarde y disfruten las bebidas.— dice el chico de cabello violeta.

Kim asiente con una reverencia, deseándole una linda tarde también. Toma a su amigo del brazo para dirigirse a la salida del lugar ya que el pelirrosa parece estar más concentrado en el chico de negro que aún continúa en la mesa en lugar de su propio pedido.

—¿Viste eso?— pregunta el menor.

—¿Lo bueno que estaba? Dios sí, estoy a nada de volver y pedirle el número, o que me haga hijos, no importa.

—¡Eso no, Jimin!

—Ah, entonces... ¿Qué tenía que ver?

—Dios...— suspira antes de volver a hablar. —Yoongi, estaba ahí.

—¿El amigo de Hoseok?— Taehyung asiente rápidamente. —¿Qué hacía ahí?

—Dios sos pelotudo, ¿no?

—Pero...

—Fue el que nos dió el pedido, Jimin.

—Ah...— responde, asintiendo. —Con razón te quedaste ahí parado como idiota.

—Yo no hice eso.

—Si, si.— dice restándole importancia. —Ahora si no te molesta, deja de pensar en el amigo de tu roomie y ayudame a saber el nombre de ese bombón.

El peliazul pone los ojos en blanco para asentir. Quizá ayudar a Jimin a encontrar al chico que acosó con la mirada en plena cafetería le ayude a no seguir pensando en por qué se encuentra a Yoongi tan seguido.

get to know you | taegi auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora