CAPÍTULO 11

492 96 3
                                    

El siguiente lunes, tanto Jimin como Yoongi se sentían bastante extraños, como si ambos estuvieran tan concentrados en sus pensamientos que se hubieran desprendido de la realidad. Si bien era por razones distintas, el par de alumnos no podían concentrarse ni un poco en sus clases.

Después de lo ocurrido con su madre, Jimin durmió hasta el siguiente día, tal y como lo había deseado. Despertó con un hueco en su estómago a lo que bajó a la cocina esperando poder comer por fin. Para su sorpresa, cuando vio que tanto su madre como su padrastro estaban allí, ninguno de los dos le dirigió la palabra, ni para mencionar nada sobre lo del día pasado ni para refutarle algo.

Por su parte, mientras hacía la tarea, Yoongi seguía pensando en el joven de cabellos castaños, en lo extraño que había actuado cuando su madre apareció y en los mensajes que recibió de este. 

Le quería preguntar sobre aquel “buen trabajo” pero prefería hacerlo en persona ya que de esta manera podría ver las expresiones del otro sin necesidad de imaginarlas debido a los mensajes.

Ambos jóvenes estaban listos para buscarse uno al otro, hablar sobre su fin de semana y pasarla tan bien como las anteriores veces, pero, con lo que no contaban, era con lo que los alumnos de Teatro comenzaron a decir.

—Hey, ¿supiste lo de Jimin?

—¿Sobre que se desnudó en la fiesta que hubo el viernes pasado?

—¿Hizo eso? Yo escuché que un hombre mayor fue a recogerlo cuando terminó la fiesta porque Jimin no podía ni siquiera levantarse. Pero… ¿en serio se desnudó?

—No lo sé, no me consta, pero a mi amigo que fue a esa fiesta sí. Me dijo que lo vio completamente desnudo porque estaba tan borracho que ni siquiera sabía dónde estaba. Qué horror.

—¿Jimin siquiera tiene un poco de decencia todavía? Primero se desnuda enfrente de todos y luego un hombre va y lo recoge seguramente a cambio de que se acueste con él, ¿no se dará asco a sí mismo? 

—¿Ese hombre no será algo famoso o importante? Ya saben, acabo de ver que salió en una publicidad de Gihoe, las fotos están en Instagram. De seguro se acostó con él para salir allí.

Jimin escuchaba todo mientras nuevamente simulaba dormir debajo de un árbol en una de las varias áreas verdes de la facultad: los rumores nacían sin fundamentos de nuevo. Quería irse de allí para dejar de escuchar las idioteces que aquellas personas que no conocía estaban diciendo sobre él, pero, como siempre, no podía hacerlo.

Él estaba afectado. La discusión con su madre le había dejado bastante sensible por lo que en cualquier momento empezaba a sentir unas enormes ganas de llorar, a pesar de haberse quedado seco apenas un día atrás.

Poco tiempo después, escuchó las voces más y más lejos, lo cual le indicó que se habían ido. Soltó aire, viendo la hora en su celular para asegurarse que no habían pasado ni quince minutos desde que su hora libre había comenzado.

Cuando estaba a punto de caer dormido, escuchó una voz llamándole casi enérgicamente. —Jimin.

Al conocer de quién provenía aquella grave voz, de inmediato abrió los ojos, dando con Yoongi. El rostro del pelinegro estaba prácticamente sobre el suyo en una distancia considerable debido a que la cabeza de Jimin reposaba sin cuidado en el seco césped del otoño.

El menor sonrió de inmediato, incorporándose hasta que quedó sentado con las rodillas cerca de su pecho; Yoongi estaba igualmente sentado, aunque él había adquirido la posición de loto.

—Hyung...— habló el menor tratando de reprimir su alegría. Acto seguido, borró su sonrisa para fijarse en su alrededor, dándose cuenta que habían varias personas cerca, unas sentadas y otras pasando por allí. —Ah, Yoongi hyung, no… No sé si sea bueno que te vean conmigo— le advirtió, tratando de no verlo.

Bad reputation | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora