Él era su fuego, yo era su invierno.
Él derretía el hielo que protegía mi corazón.
Yo dejé que sus ascuas incineren todo a su paso, sin tener un extintor o algo de respaldo que me salvara.
Él quemó casi todo a su paso, derritió gran parte de mi gélida defensa y luego se fue.
El hielo derretido se evaporó y lo restante desapareció gradualmente con el tiempo.
Cuán desesperado creen que me vi cuando intenté salvar mis defensas y no pude.
Cuán desolado creen que me sentí cuando probé su calor y este me dejó.
Cuán dependiente creen que me volví del calor que otra persona me otorgaba.
Cuán destrozado piensan que quedé luego de que jugaron con mi corazón y sentimientos, nuevamente.
Cuán desencajado creen que se volvió mi mundo luego de que la luz, de la cuál dependía, desapareció.
Cuán desquiciado creen que me convertí tratando de crear un fuego parecido y me quedaba solo con chispas fugaces.
Cuán demente creen que quedé al darme cuenta que la luz no regresaría y que solo quedaría un corazón roto y mil promesas olvidadas.
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Narraciones de un corazón destruido
RomanceHistorias que surgen en mi mente en la madrugada, luego de despertarme y continuar sabiendo que algo sentimental ha cambiado.