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Ya había tomado la decisión definitiva y esta era que voy a huir como la cobarde que soy. Ese día cuando Stefanny me encontró llorando recibí un gran sermón y fue mucho más grande cuando le comente acerca de mi decisión, nunca la había escuchado hablar como un adulto responsable y vaya que eso era mucho decir de mi amiga.
No sabía si era psicólogico o algún tipo de karma pero desde que supe de mi embarazo me daba un hambre voraz, sabía que tarde o temprano le tendría que decir adiós a toda mi ropa y decirle hola a la ropa holgada. Cuando le comente a mi abuela al respecto ella me recibió con gusto, siempre había sido su consentida incluso en mi etapa rebelde, sabía que me iba a consentir mucho aunque también era consiente de que trataría de convencerme de quedarme con el bebé y en cuanto a Larry, bueno desde ese día lo e estado evitado e ignorando sus llamadas y mensajes, se que alguien como él no se merece esto pero tampoco se merece hacerse cargo de algo por obligación, lo conocía lo suficiente como para saber que sentiría culpa y querrá hacerse cargo de ambos.

—¿Sigues comiendo? —preguntó asqueada Stefanny mientras miraba toda la comida de la mesa.

—Yo ya no estoy comiendo, estoy bastante satisfecha es el bebé el que sigue comiendo.

—Si claro. ¿Que hagas el día de hoy?

—Olvide unas cosas en la florería, supongo que iré por ellas y tal vez también moleste al chico nuevo un rato.

—Debes dejar de meterte en problemas.

—Si, lose. Tengo que estar bien sanita para este bebé, lo se muy bien.

—Pues mas te vale que asi sea—me advirtió mientras me señalaba—. Hoy llegare tarde al trabajo así que no me esperes.

—Claro, claro.

—Y ya no uses la motocicleta, habló muy enserio.

—Mi mamá.

—Ni siquiera tú madre también como yo.

Bromeó Stefanny antes de marcharse, yo le sonreí mientras la observaba antes de llevar mis manos entre mi vientre, en verdad que era bastante aterrador todo esto, no sólo se estaba formando un nuevo ser dentro de mí también una nueva responsabilidad me había caído entre las manos. De todas las cosas que e vivido nunca antes me había preocupado tanto como lo hacía ahora con este pequeño ser, no quería que naciera para llevarse la decepción de tenerme como madre, nunca tuve un buen ejemplo sobre cómo ser una buena madre y no quería competir los mismos errores con esta pequeña criatura por eso pensaba buscar con cuidado a una buena familia, alguien que no sólo le pudiera dar una vida cómoda, quería darle una familia que le diera tanto amor que se sintiera tan axficiante. 
Tome mis cosas para salir del departamento pero volví para tomar un paquete de galletas, vaya que este bebé me hacía comer.
Mire la tranquilidad de la calle por lo que pensé que lo mejor sería hacer una caminata, Stefanny menciono que era muy bueno el ejercicio en el embarazo y ahora que era consiente de ello estaba pensando empezar desde este momento, tal vez no iba a cuidar a este pequeño ser toda mi vida pero me hiba asegurar de hacerlo bastante bien durante los nueve meses que lo llevara en mi vientre. Pensaba convertirme en una buena embarazada.

Al llegar a la florería salude al chico nuevo.

—Siempre es un gusto verte Ana.

—Lose, mi bello rostro si que deja hipnotizado a cualquiera.

—Escuche que Blythe esta embarazada, vaya sorpresa.

—Bueno es algo de esperarse. Viven juntos, son novios, no se tu pero yo nunca me creo el voto de castidad antes del matrimonio.

—Eso suena a una gran confesión.

—Y lo es, deje de ser virgen desde hace mucho.

—Nunca había escuchado a una chica hablar de ello con tanto orgullo.

AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora