ɴᴜᴇᴠᴏꜱ ꜱᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏꜱ.
Narra Amber horas antes:
Estaba tan perdida que no sabía a dónde ir, tal vez cometí un error al decirle a Robert que me deje sola, sabiendo que no recuerdo nada, ni siquiera de las calles. No sé dónde estoy parada.
— ¿Donde estoy?— balbuceé mirando a mí alrededor.
Sentía que me faltaba el aire, estaba perdida y lo admito. Solo espero que nada malo me pase.
Me senté en la orilla de la vereda, estaba parada y temía que me cayera o me desmaye. No había nadie en la calle, ni un auto, ni una persona caminando, nadie. Estaba sola, completamente sola.
Sentí una corriente eléctrica pasar por todo mí cuerpo, y un aire frío recorrer por todo mí rostro, me dolía mí estómago por el frío, y mí rostro lo tenía congelado.
Me levanto de golpe y siento un constante mareo. A lo lejos veo que una persona se acerca a mí, pero yo no logro entender por qué estaba en esta situación y no sé que me había pasado.
—¿Estás bien?— me pregunta aquella chica amable.
— No... no lo sé. — digo tocando mí cabeza corriendo mí cabello hacia atrás. —No sé que me pasó. — repito.
— Yo te conozco, ven conmigo, te llevaré a mí casa y voy a llamar a tu familia. — ella tomó mí mano y yo dudando la tomo, no me quedaba de otra que confiar.
(…)
— Hola Chris. — responde Melissa apenas abre la puerta.
—¿Donde está? — respondí entrando a la casa.
— Se durmió, estaba perdida y le agarró un pico de amnesia, al parecer por la situación que estaba pasando.
Está situación se está poniendo cada vez más difícil.
— Todo hago mal. — me tiro en el sofá cargando mí espalda en el respaldar, coloqué mis manos en mí rostro y mis codos en mis rodillas.
— Tú no tienes la culpa de nada, Chris.
—¡Claro que es mí culpa! Tengo que entenderla, está pasando por un mal momento, y yo queriendo que vuelva conmigo, es ella quien no recuerda nada, es ella quien está en esta situación, y yo queriendo pretender que me recuerde, que me ame, que se fije en mí como el primer momento en que me vio, siento que ya nada va a ser como lo fue en un principio, yo la cuidé como debía. — la miro y me doy cuenta que no tendría que haber dicho todo lo que dije. — Yo, lo siento, Melissa. Sé por todo lo que pasamos, y no tendrías que haber escuchado eso.
— Está bien, Chris. No tienes por qué pedirme perdón, entiendo que ella es a quien amas realmente y yo... — hizo una pausa. — no puedo competir con el amor que le tienes a ella. — se acercó a mí. — Pero quiero que sepas que te amo, desde el primer día que chocamos, y siempre voy a estar para ti, sea en bueno o malos momentos, siempre estaré para ti. — colocó su mano en lo muslo y se acercó más a mí. — Pero antes, — suspiró. — quiero hacer algo por última vez. — tomó mí barbilla y me besó, yo no sabía que hacer, pero aún así reaccioné a su beso, coloqué mis manos en su cintura y seguí besándola, aunque no sentía amor, la besé, y sabía que luego me arrepentiría.
Escuchamos unos pasos atrás, de separé de Melissa y miré hacia las escaleras, quien de encontraba con una sonrisa fingida y los brazos cruzados. La cagué.
— Que bueno enterarme de esto. — fijo ella caminando hasta nosotros.
— Amber, yo...
— ¿Me estás por dar explicaciones? — rió irónica. — No soy nadie para que me des explicaciones, señor Vélez.
— No me digas así, Amber. — me acerqué a ella. — vine a buscarte porque Melissa me dijo que te encontró perdida en la calle, por eso estoy aquí.
— No quiero ir contigo a ninguna parte.
— No seas cabeza dura, y deja que te lleve aunque sea a tu casa.
— De acuerdo.
Narra Amber.
¿Que me pasa? ¿Por qué estoy sintiendo este dolor en el pecho? Es un dolor que nunca antes había sentido, como si me hubieran roto el corazón. ¿Que es lo que siento? Y, ¿Por qué? Tenías unas ganas inmensas de llorar, pero trataba de que las lágrimas no se me salieran, no quería ser muy obvia.
— Gracias, Melissa. — agradecí amablemente. Ella me había ayudado mucho, tenía que agradecerle.
— No es nada, Amber. Espero puedas recuperarte. — asentí y me dirigí a la puerta, Christopher iba detrás de mí.
Me acerqué al auto de Christopher y esperé a que abra la puerta con el botón del aparato del vehículo, sin más me metí adentro.
Yo miraba por la ventanilla e iba contando cuántos árboles pasaban por mí lado, estaba aburrida. Christopher no había abierto la boca para decir mí una palabra. La situación estaba un poco incómoda por parte de los dos, solo espero que esto no se ponga más incómodo de lo que está.
— Amber, — rompió el silencio. Lo miré, él iba mirando adelante. — ¿Amas a Robert? — se volteó para mirarme unos segundo y luego volvió su vista al volante.
—¿A qué viene esa pregunta, señor Vélez?
— Dime Christopher, o tan solo Chris. — dijo seguro. — sé que esto es duro para ti, no recordar tu pasado ni lo que viviste, te entiendo más que nadie. — aclaró la garganta. Yo solo lo escuchaba. — pero yo tampoco estoy pasando por un buen momento, piensa que estuve llorandote varios meses pensando que estabas muerta y resulta que estás viva de milagro, es muy difícil para mí verte con alguien más, con otro hombre que no sea yo. — detuvo el vehículo y se giró para mirarme a los ojos. Se acercó a mí y tomó mis manos. — Dime la verdad, ¿Que sientes cuando estás conmigo? ¿Que sientes cuando me miras a los ojos, cuando toco tus manos?
— No hagas esto más difícil, Christopher. — bajé la mirada. Quería terminar con esto, porque en cualquier momento iba a quebrarme, y eso era lo que no quería, verme débil en frente de otras personas.
— Dime, ¿Sientes algo en este momento? — se acercó más a mí y con su mano acarició mí mejilla, provocando en mí cosquilleos que no se podía explicar.
— Yo, — mis ojos se cristalizaron. — yo... — traté de hablar, pero las lágrimas que comenzaron a salir me impidieron que siga hablando.
— Tranquila. — volvió a acariciar mí mejilla.
— Esto es tan difícil. — logré decir.
— Lo sé. — levanté la mirada y sus ojitos estaban brillosos, mojó sus labios y se acercó más a mí, hasta el punto que podía sentir su respiración. — pero más difícil es tenerte tan cerca de mí y no poder darte el beso que tanto deseo darte desde que te encontré. — abrí mis ojos y de un momento a otro sus labios estaban tocando los míos, mantuve los ojos abiertos sin reaccionar por unos segundos, hasta que me dejé llevar,
cerré mis ojos por completo. Ese beso me provocó tantas cosas en mí, cosas que no se podían explicar con palabras, por una parte sentía que estaba mal, pero por otro lado, también quería hacerlo, quería besarlo y saber que es lo que siento realmente por él, y esto ya me demostró demasiado, tuve tanto sentimientos encontrados en aquel beso.Oh por dios, ¿Que me está pasando?
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Un Pasado Para Recordar || C.V Y TÚ (2T)
أدب الهواةTriste no es perder un amor. Triste no es recordar lo lindo que sucedió. Lo realmente triste es pensar, que no volverá nunca jamás, o eso creían.