Let Me In |̵S̵u̵n̵g̵S̵u̵n̵|̵

II

Jake estaba muy nervioso por ser su primer día de clases, aunque reconocía a ciertas personas en su aula ninguna era tan cercana a él y apenas cruzaron palabras durante sus años de Instituto. En este caso la universidad ya era de modalidad mixta y especialmente la carrera que eligió tenía un número casi igual de hombres y mujeres. Él escogió estudiar Física porque amaba esa materia y todo lo relacionado con las matemáticas, fórmulas, números... Esas cosas que sonaban aburridas para Kim Sunoo.
Dentro de sus cualidades destacaba su personalidad amigable y divertida, algunas veces era callado y tranquilo, pero cuando entraba en confianza con las personas podía llegar a ser una persona muy agradable.

Este caso resultó ser muy diferente, su táctica por hacer un nuevo amigo resultó un fracaso. Cuando intentó acercarse al chico que se destacó por llegar tarde, más tarde que él, y por tener una apariencia física realmente impresionante con la finalidad de que se sintiera más cómodo y no como una pieza de exhibición, recibió un rechazo, este lo ignoró por completo.
Jake sentía la necesidad de ser amigable con la gente que le daba la impresión de ser "buena", por ejemplo, alguien que se notara serio y callado como él. Este chico alto y de cabellos tan oscuros como un cielo nocturno sin estrellas podía ser una buena opción para conseguir un amigo. Eso pensó hasta que Sunghoon le dedicó una fría mirada y un hola en casi un susurro como respuesta, obviamente que sintió el rechazo. También cabía la posibilidad de que era extremadamente tímido y solo lo había malinterpretado, pero no quiso hacer un segundo intento hasta que terminaran sus clases.

[...]

No le gustaba llamar la atención, lo odiaba tanto como a la decisión que tomaron sus padres de mandarlo a esta universidad.
«Tienes que aprender a convivir con los humanos» le dijeron, esa misma noche casi se escapa de su casa para evitarlo pero su madre le advirtió de no hacerlo a menos que quisiera un fuerte castigo, y los castigos de su madre daban mucho miedo, se asimilaban a una especie de tortura.
Su amigo Jay estudiaba en esta escuela desde hace dos años, cursó el Instituto por voluntad propia porque "quería conocer la forma de vivir de los humanos". La madre de Jay era una humana convertida en vampiro, asumió que su interés por estas personas se debía a ella. Pero su caso era diferente, él es un vampiro nacido de padres vampiros, en pocas palabras, un vampiro puro que no tenía nada que hacer en este mundo donde la gente es mortal y estúpida.

—Hola, soy Jake —escuchó a un chico decir a su derecha, el dueño de aquella voz poseía cabello castaño un poco largo, era delgado y con un rostro alargado, la sonrisa con la que se estaba presentando era brillante, parecía ser el tipo de persona alegre e inocente. Ese sentimiento de pureza que tanto desbordaba no le gustaba para nada, lo hacía sentir asqueado.

El rencor que sintió por su madre por obligarlo a estar aquí arrasó con mayor intensidad sus sentimientos y no pudo evitar desquitarse con aquel chico.

—Hola —le respondió después de mirarlo fijamente, el tono de su voz fue bajo que tal vez el castaño no pudo escucharlo, no le importó que así fuera y posó su mirada al frente en donde aquel sujeto que se hacía llamar "maestro" explicaba lo que harían en su clase por el resto del semestre.

[...]

Cuando sus clases terminaron y bajó el último escalón del piso en donde se encontraba, se percató de la gran vista que tenía frente a él, las ventanas dejaban ver un poco de los árboles y edificios que estaban más alejados y el gris del cielo. Él supo que su presencia en ciertos lugares a veces ocasionaba un ligero cambio en el clima, el ambiente se volvía frío casi como la temperatura de su cuerpo. Suponía que a los humanos no les gustaba tener un día nublado pero a él no le agradaba el sol ni los días cálidos así que no había de otra. Si una persona lo tocara a plena luz del día, algo imposible de suceder, le asustaría notar el frío de su piel. En cambio, si una persona lo toca justo ahora no notaría nada raro en su temperatura corporal porque podría culpar al clima.