CORAZÓN DE JADE 💚 || The Untamed ||

Capítulo 1 ~ Casualidad o Destino

Xian Xuanyi era una hermosa joven de 14 años, que vivía en la Aldea Caiyi, única descendiente del clan Xian.

El clan Xian solía vivir en una montaña, que limitaba con Ciudad sin Noche,  eran famosos por tener el poder de leer el espíritu de las personas con solo tocarlos, y poder ver todos sus recuerdos y pensamientos. Además poseían un tesoro de jade que podía curar cualquier enfermedad en segundos, el mismo era muy codiciado y buscado por los demás clanes, pero no sabían que solo funcionaba con los miembros del clan Xian.

Debido a estos poderes, todo el clan fue asesinado por el clan Wen, al haberse negado a trabajar para ellos. En ese momento Xuanyi tenía alrededor de 5 años.

Minutos antes de que llegará el clan Wen, su madre y su padre la entregaron a sus más fieles sirvientes para que la llevaran a un lugar seguro. Ambos cumplieron con lo que le pidieron el líder del clan y su esposa, llevando a Xuanyi hasta la Aldea Caiyi, donde la dejaron con una familia que conocían y que iban a cuidar de ella y luego partieron a otra aldea por si los perseguían para que no los encuentren con la niña.

Pasaron 9 años desde ese suceso, ahora Xuanyi se había convertido en una joven hermosa, cualquier hombre que la veía quedaba embobado por su belleza. Por ese motivo, sus padres adoptivos comenzaron a aprovecharse de la situación, esparciendo el rumor de que su hija  era una joven hermosa y delicada como una flor, la más hermosa de todas y que además era descendiente del clan Xian, por lo que le estaban buscando un esposo para que pudiera reconstruir el clan.

Desde que esparcieron esa noticia no pararon de recibir propuestas de matrimonio, y dinero a cambio de conocerla. Xuanyi obviamente estaba en contra de eso, así que comenzó a vestirse como hombre y con ropa gastada y sucia para parecer una mendiga y así conseguir que se alejen de ella.

Un día mientras estaba de compras, apareció uno de sus pretendientes y comenzó a perseguirla, presionandola para que se vaya con él.

- Ven conmigo, tú vas a ser mi esposa! -gritó un joven que debía estar al rededor de sus 25 años.
- No quiero! No pienso casarme - gritó ella empujándolo y saliendo corriendo.
- Eres mía, ya pagué para que te cases conmigo! -gritó enojado agarrándola fuertemente de la muñeca produciendole un fuerte dolor.
- Ahh me duele! Me duele! Suéltame! No quiero casarme! -gritaba fuertemente atrayendo la atención de todos.
- No voy a soltarte hasta que vengas conmigo -dijo presionando más su agarre.
- Suéltala! -dijo un chico vestido de blanco mientras se acercaba a ellos.
- Tú no te metas! No es tu asunto.
- Ayúdame por favor! -suplicó la chica.
- Te dije que la soltaras! -dijo el chico de blanco, empujándolo con la empuñadura de su espada.

Al ver que todos a su alrededor los estaban observando y que además no era buena idea pelear con alguien del clan Lan, el pretendiente de la joven se fue molesto.

- Gracias por ayudarme  -dijo Xuanyi haciendo una reverencia.
- Estás bien? - preguntó al ver que ella se estaba tocando las muñecas que habían quedado rojas por la fuerte presión que habían ejercido en ellas.
- Sí, estoy bien, por su vestimenta supongo que es del clan Lan, lamento haberlo molestado - dijo volviendo a hacer pequeñas reverencias en forma de disculpa.
- No necesitas disculparte, ¿dónde están tus padres? No deberías decirle a ellos que no quieres casarte?
- No son mis verdaderos padres, a ellos no les importa mi opinión solo les importa lo que pueden ganar si me venden para que me case -dijo la joven desanimada.
- Y tus verdaderos padres?
-  Murieron cuando tenía 5 años, yo soy la única descendiente de mi clan -respondió tristemente.
- Lo siento, entonces eres del clan Xian -la chica asintió-. Había escuchado los rumores acerca de ti, yo soy Lan Wangji, si quieres puedes venir a Descanso en las nubes conmigo, el clan Lan de Gusu está por dar adoctrinamiento a los pupilos de los clanes más famosos.
- Pero señorito Lan, yo no se nada, las personas que me  adoptaron son gente común,  las pocas cosas que sé las aprendí sola -dijo avergonzada.
- No te preocupes, puedes aprender.
- Muchas gracias señorito Lan -dijo alegre con una reverencia.
- Bien, sígueme.