Capítulo 1

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Wei WuXian sentía su cuerpo entumecido. No podía moverse, los parpados le pesaban de tal forma que abrir los ojos parecía ser una misión imposible.

"Bueno por lo menos me llevé al inútil de Lan Zhan conmigo, no salí victorioso del todo, pero valió la pena. Ahora supongo que tengo que saldar deudas en el inframundo, lo merezco, sabía que este iba a ser mi destino final. No me arrepiento de nada, solo de no haberme llevado a todos los Jin conmigo".

Wei WuXian comenzó a curvar los labios hacia arriba, primero fue una pequeña mueca, similar a una sonrisa, pero poco a poco se transformó en una risa desenfrenada. Cuando al fin sintió que rio lo suficiente se calmó. No quería pensar más en el pasado.

Nuevamente intento abrir sus ojos, su esfuerzo era tan grande que sintió como las venas saltaban en sus sienes.

Dio un suspiro resignado y tomo un par de respiraciones lentas antes de volver a intentarlo. Después de todo, el tiempo no era un problema, no había necesidad de desesperarse.

Estaba acostado sobre algo muy suave. Podía sentirlo, era como estar acostado sobre plumas. Era como estar en casa...

"Que extraño, al parecer la muerte es cómoda", nuevamente intento abrir los ojos, y esta vez al fin logro su objetivo. Pero al instante los volvió a cerrar. La luz era cegadora.

-Wei Wuxian!- Su corazón se detuvo por un instante. Después comenzó a latir tan rápido que temió que se fuese a escapar de su pecho.

¡Momento! ¡¿Cómo era posible que su corazón este latiendo? Abrió los ojos a pesar del dolor.

-Jiang Cheng...- La voz de Wei WuXian sonó temblorosa.

Esto era ridículo, su hermano... el seguía vivo. ¡¿Por qué estaba aquí?! ¡¿Alguien lo mato?! ¡¿Quién lo mato?!

Un instinto asesino lo invadió rápidamente. ¡¿QUIEN SE ATREVIO A TOCAR A SU HERMANO?! ¡¡AL HERMANO DEL PATRIARCA YILING!!

La voz de Jiang Cheng lo saco de su aturdimiento.

- ¡Tan solo mírate! Te dije tantas veces que no te olvides de comer y dormir, solo te encierras en tu habitación con tus inventos y te olvidas de todo. ¡¿Cómo crees que se sintió a-Li todos estos días? ¿Cómo crees que me sentí yo? Es bueno que hayas despertado, así me das la oportunidad de matarte antes de que tus descuidos te lleven a la tumba- Jiang Cheng lo miraba furioso, aunque en su voz se podía percibir un destello de alivio.

Wei WuXian se mantuvo en silencio. Realmente no sabia que decir, ¿era esto un sueño? Al ver que Jiang Cheng comenzaba a impacientarse por su falta de respuestas decidió abrir la boca. Quería hacer preguntas, quería preguntarle si seguía molesto, si lo había perdonado. Pero no logro que ninguna de esas palabras e inquietudes abandone sus labios.

- ¿Estoy vivo? - Jiang Cheng lo miro como si hubiese descubierto una nueva especie de idiota.

Wei WuXian sabía que su pregunta era absurda, él podía sentir los latidos de su corazón martillando su pecho. Pero aun así no pudo evitar preguntarlo.

¿Cómo era esto posible? El recordaba todo... los cadáveres, los clanes clamando por su muerte...El desprecio de su hermano... El cadáver de Lan Zhan...

Sintió como un escalofrió inexplicable lo recorría todo su cuerpo, no quería pensar en eso. Tenía que sacar esa imagen de su mente, cerró los ojos con fuerza...

- ¡¿DIJISTE A-LI?!- salto de la cama sin poder creer lo que estaba pasando, seguramente esta era una clase de...castigo. No, no podía ser un castigo, era demasiado bueno para ser un castigo, es decir, aquí estaba Jiang Cheng mirándolo con preocupación y no con odio, y...

Un amor de cuatro estacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora