En el momento en el que Rossie salió del salón, subí a mi recámara, me lavé el cuerpo y la cara, me puse nueva ropa interior y llamé a María y Antonia para que me ayuden a ponerme el vestido de terciopelo rojo. Me trenzaron el cabello y después con la trenza hicieron un rodete, eso era extraño pero en fin, no me importaba.
Bajé a la sala comunal principal y Rossie estaba sentada en uno de los sillones; esperándome.
—Rossie.- dije muy bajito, casi podía haber sido un susurro.
—Siéntese, por favor, señorita Mignori.- Y fue muy extraño que me llamara así puesto a que jamás me decía señorita.
—¿Por qué me llamas así?-
—Porque no soy más que una simple empleada en esta casa.-
—No es así, eres mi tutora y nana.- respondí.
—Se nota lo poco que le intereso, si le importara un poco su nana, nunca habría huido de ese modo, no me habría asustado así y no me hubiera preocupado, sabe bien que eso me hace daño; pero claro, como sólo soy una criada más, no le interesa, ¿Verdad, Señorita Anne?- dijo Rossie, diantres, la señora me hizo sentir muy mal.
—Vamos Rossie, no digas esas cosas, sabes que me interesas mucho, te quiero más que a mi propia madre, la mujer que me dio a luz no se compara contigo.-
—Entonces, ¿Por qué escapó?-
—Porque, como sabes, madre me tiene harta; me hizo mucho daño con sus palabras hoy, y aunque mientras lo dice, permanezca impasible, necesito descargarme en otras cosas por no herirla yo con mis palabras.-
—Bien, señorita, a mí no me debe dar ninguna explicación.-
—Por favor Rossie, lo lamento mucho, por favor, te ruego que dejes de estar así conmigo.- pedí, pero Rossie, no me hizo caso, tan sólo me miró.
—¿Por favor?- volví a intentar.
—Pero que sea la última vez que escapas sin avisarme.- respondió mi hermosa nana regalándome un guiño de ojo, sin poder contenerme me eché a sus brazos, y ella me dio un abrazo lleno de cariño maternal.
—Ahora, ¿Te puedo contar lo que sucedió esta mañana?- pregunté, quería contarle todo, para así no fallarle a Harry; mi palabra es muy importante.
—Empieza ya.- apresuró mi nana.
Le conté todo lo sucedido, el encuentro con Harry, el señor de temprano, las trenzas de Petunia y al final el trato de una próxima reunión.
—Ya, pero, ¿Por qué no invitaste al chico a casa?- preguntó Rossie intrigada.
—Porque no sabe quién soy, le dije que mi nombre era Anne, pero no le di mi apellido ni el nombre por el que todos me conocen.- respondí tranquila. –Y no quiero que sepa que soy adinerada, quiero tener un amigo que no me busque por papá o por el apellido.-
—Me parece algo muy loco, pero te apoyaré en todo.- empezó mi nana. –Pero, ¿Mañana irás vestida como campesina o iras con uno de tus vestidos hermosos?- preguntó mi nana, esta mujer era realmente un caso aparte.
—No sé Rossie, es lo de menos.- respondí.
—Pero, ¿Es lindo?-
—Sí, tiene ojos verdes, una cabeza llena de rulos bien peinados, labios finos y nariz recta, aparte de que se veía que hace ejercicio a diario.- le comenté con una risita de por medio que mi nana siguió.
—Debe ser muy guapo, mandaré a un retratista para que esté escondido y le pinte un retrato y así poder conocerlo.-
—Estás muy loca, Rossie.- dije estallando en carcajadas.
Así pasamos un largo rato, diciendo tonterías y riendo, Rossie se ideaba cosas locas y extrañas que me causaban mucha gracia. Al ver la hora eran las cinco, hora del té.
—Disculpe, Madame Fioré, pero el té está listo.- dijo Marissa, otra criada.
—Gracias Marissa, iremos enseguida.- respondió Rossie. Acto seguido ambas nos levantamos de los cómodos sillones de la sala y fuimos hacia el comedor, igual de exageradamente grande. Nos sentamos y tomamos té, se acostumbraba tomar el té negro, pero a mí me hacían tomar verde, para mantener la figura según órdenes de mi madre.
Lo bueno de la hora del té es que no había sólo té en la mesa, sino muchos manjares, pasteles y galletas, que para mí eran el paraíso en sabor, Mildred, la cocinera principal es muy buena con lo que hace, y a mí eso me satisface mucho. Tomamos el té casi en completo silencio, por etiqueta, en la mesa no se habla. Al terminar Rossie dijo
—______, ve a alistarte, tienes clases de seis a siete, después de siete a siete y veinte deberás vestirte para la cena, en la cual sabes que se presentan tus dos padres.-
—Sí, lo sé Rossie, pero me acabé de cambiar de vestido, por favor no hagas que me cambie otra vez.- pedí y al ver que mi nana no cedía, volví a insistir. –¿Por favor?- probé a lo que Rossie sólo dio un pequeño asentimiento y salió a recibir al profesor que había llegado.
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1745. (Amor a la antigua.) PAUSADA
FanfictionTodo empezó en el siglo XVIII, más conocido como la nueva era; la tecnología se ha incrementado, las producciones también lo han hecho, pero... ¿el amor? Tiempos difíciles para las mujeres pensantes; bailes, matrimonios, esclavitud, machismo; cuand...