Capítulo dos.

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Suicida.

2

{My Immortal - Evanescence}

El frio viento de Octubre comenzaba a toparse con mi rostro haciendo que las lágrimas se sintieran más frías de lo normal. Camine por la gran avenida de Londres, mientras abrazaba mi frio y casi muerto cuerpo.

Mire como los autos avanzaban por aquella avenida en una velocidad imparable; sonreí entusiasmada y limpiaba las largas gotas de lágrimas que había esparcidas por mis mejillas. Mire el reloj, 11:30, ¡Buena hora para morir!

Camine hacia el centro de la gran avenida, donde dentro de unos segundos iba a estar mi cuerpo descansando por fin.

Las lágrimas no dejaban de parar, no sé si era de felicidad o porque en realidad me dolía todo lo que estaba escuchando en estos momentos.

"¡Por fin lo vas a hacer!" "Demuéstranos que no eres una infeliz cobarde." "Eres una idiota, no te animaras"

-¿No me voy a animar?- Rete mientras las lágrimas salían más rápido.

Me dolía el cuerpo, pero sabía que eso iba a terminar en algunos minutos o tal vez segundo. Veía como los autos pasaban a mis lados, mientras algunos hacían sonar el claxon, algunos otros gritaban palabras que antes me hubieran herido, pero ahora me daban igual. Iba a ser la última vez, que más daba.

"¡VAMOOOOS!" -Pegue en mi pecho, animando a los conductores a que chocaran su auto, contra mi debilucho cuerpo- ¡Vamos! ¡Vamos! ¿Qué esperan? ¡Vamos por favor!- Las lágrimas salían y no dejaban de hacerlo, me estaba sintiendo impotente, por el hecho de que nadie quería matarme, ni porque lo pedía de favor.

Solo pedía que me mataran, que pasaran su maravilloso auto sobre mí y me dejara sin vida. Sonaba algo terrible, pero para mí era maravilloso, solo quería que dejara de doler. Que dejara de doler mi alma y mi cuerpo. Sentía que la cabeza me iba a estallar y las piernas iban a perder su fuerza.

"¡VAMOOOOS!" -Grite una vez más, mientras veía como un auto se acercaba, rápido y peligroso hacia mí. - "¡Vamos! ¡No pares por favor!

Y el auto no lo hizo.

El dolor comenzó, dolía como el maldito infierno. Dolía desde la parte derecha de mi rostro hasta la pierna del mismo lado.

Nunca me habían dicho que la muerte dolía como ahora mismo me estaba doliendo.

La cabeza me pesaba y un fuerte frio inundaba mi cuerpo. Morir dolía, dolía más que nada.

Algunas voces comenzaron a sacarme de mi transe, las voces comenzaron a escucharse, pero no eran las mismas de siempre. Estas sonaban preocupadas, y no querían que muriera, querían que viviera. Algo aquí estaba yendo mal.

¿Realmente estaba muerta?

Abrí repentinamente los ojos, haciendo que estos dolieran por la gran cantidad de luces que había a mi alrededor.

Y fue ahí que lo vi, no sabía si era un ángel o la persona más hermosa que nunca había visto.

ÉL era hermoso, realmente hermoso.

Sus ojos color esmeralda estaban clavados en mí, me sentía cómoda, estar con él se sentía estar libre.

"¡Reacciono!" -Grito, haciendo que mi cuerpo se moviera de aquel frio lugar. - ¡Dios! Pensé que tal vez no había llegado pronto. Juro que sentí que ibas a morir.

"¿Qué?" - ¿No estaba muerta? ¡Dios! ¿Por qué? Me sentía patética, él lo había arruinado todo. -¡Maldición! -Grite, mientras aquel chico de cabello chocolate me miraba. - "¡Joder! ¡Hubieras dejado que muriera, solo estoy estorbando, te estoy robando oxígeno, les estoy robado la vida a todos ustedes, a ustedes que realmente quieren vivir. ¡Maldición! Esto no puede estar pasando."

Levante mi cuerpo del frio piso, mientras veía con aquel chico no dejaba de mirarme. Camine rápidamente de un lado a otro, la gente me miraba realmente sorprendida, no sabía lo que estaba sucediendo, sinceramente ni yo misma lo sabía.

Camine hasta el puente que estaba a un extremo de aquella avenida, necesitaba aire, estar llorando me lo estaba robando. Sentí como alguien se para justo detrás de mí, carraspeo la garganta y comenzó a hablar.

"No sé el motivo por el cual querías morir, pero me interesa." -Paro por un segundo, tal vez a que yo hablara, pero no lo hice. - "Yo al igual que tú, casi pierdo la vida, y juro que si alguno de los dos lo hacía yo no lo iba a perdonar. No sé porque quieres morir, mírate, eres hermosa, llena de vida, con un futuro maravilloso. Hay personas aquí afuera que quisieran la oportunidad de vivir, personas que día a día sufren; y tú que estas saludable, lo quieres perder todo. ¿Por qué?"

Lo mire asustada, estaba asustada porque todo lo que decía era verdad, pero él no sabía nada de mí, ni siquiera mi estúpido nombre.

"No sabes nada de mí" -Hable por primera vez- "No sabes como es mi vida realmente, no sabes lo que sufro cada día. ¿Cómo por qué quiero vivir si no tengo a nadie que me ame? Ni siquiera me amo a mi misma."

Y era la verdad, no lo hacía. Una persona que se ama, era aquella que no lastima su cuerpo, aquella que no le hace marcas para siempre a su pálida piel. Y yo no era aquella persona.

"Te quiero ayudar" -Hablo, haciendo que su ronca, pero a la vez suave voz, pusiera todo mi cabello de punta. -Lo quiero hacer.

Suicida {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora