ANGEL [ NOMIN] ✓

CAPÍTULO 11

"Jeno, no sé cómo me siento sobre el uso de sus libros para esto ", Xuxi afirma con un toque de ansiedad en su voz.

"¿Por qué? He estado practicando este tipo de mierda por como diez años. Usted debería estar más preocupado por mí tratando de usar la magia de la luz ", responde Jeno mientras hojea las páginas de uno de sus grandes tomos.

"Quiero decir, sí, pero realmente lo dije antes cuando dije que no es seguro jugar ambos lados.
¿No crees que es arriesgado usar tus hechizos y encantamientos para hacer esto?"? Xuxi pregunta.

"No es ilegal", responde Jeno mientras pasa otra página.

"No, pero es un delito punible. ¡Podrías ser enviado al purgatorio! Y eso es si Taeyong y su padre se sienten particularmente generosos. ¡Si!"Xuxi insiste.

"No es una ofensa si no nos pillan," Jeno comenta con una sonrisa descarada mientras deja de buscar y mira a Xuxi.

"Eso es increíblemente estúpido. Esto no es un juego ", le enseña Xuxi.

"Es curioso cómo te preocupas por mi bienestar sólo después de que te advierto sobre la situación de Jungwoo y te ofrezco ayuda ", señala Jeno," además, estos son prácticamente los mismos puntos que hiciste antes, pero de una manera menos agresiva y connigente ".

"Eso no quiere decir que sean menos ciertos," Xuxi silba," y espero que se den cuenta de que todavía estoy muy enojado con ustedes por mantener esto lejos de mí... Pero tú eres la única persona en este mundo que sabe cómo funciona Xiao y cómo tratar con él. Podemos recuperar a Jungwoo... ¿Verdad?"

La sonrisa de Jeno se desvanece lentamente y sus ojos de repente caen de nuevo a las páginas amarillas de su libro.

"Sí", responde.

"Eso no suena muy tranquilizador", Xuxi
Habla

"No, lo haremos. Sé que lo haremos. Solo … Tenemos que tener cuidado ", murmura Jeno," por eso Necesitamos esto ". Jeno se acerca rápidamente a xuxi — quien se sienta en el borde de la silla en la esquina más alejada de la habitación — mientras una vela roja flota a su lado. Le muestra a Xuxi una página transcrita en latín.

"¿La maldición de la posesión?" Xuxi pregunta.

"Es la única manera de estar allí sin avisar a Xiao", explica Jeno.

"¡Pero tal vez no quiero estar poseído!
¡He oído que es claustrofóbico como el infierno!"! Xuxi gime.

"Bueno, vas a tener que acostumbrarte porque …"

Jeno chasquea los dedos y su hoja ondulada y sacrificial aparece en su mano. Rápidamente libera el libro, permitiéndole flotar en el aire. En un movimiento rápido, se corta la palma de la mano.

"¡Espera!" Xuxi grita, pero Jeno comienza a leer el libro y a cantar en latín: "¡No te atrevas!"

Jeno pasa su mano ensangrentada por la frente de Xuxi, y este último deja escapar un grito de disgusto. Jeno entonces se agarra la cara y comienza a cantar más alto.

Al llegar a la última línea, los ojos de Jeno se dirigen hacia atrás de su cabeza. El blanco de sus ojos es todo lo que puede verse como humo grueso y negro que se derrama de su boca abierta.
El humo se arrastra desde Jeno hasta la boca de Xuxi. Los ojos de Xuxi también se nublan lentamente hasta que se vuelven completamente negros. Una vez que el humo cesa y Xuxi inhala el último de él, el cuerpo de Jeno cae al suelo con
Un fuerte golpe. Su cuchillo golpea el suelo junto con el libro y la vela.
Afortunadamente, la vela aterriza sin volcarse y encender un fuego.

La oscuridad en los ojos de Xuxi se desvanece lentamente hasta que están normales una vez más, aunque ahora, brillan un rojo rubí en lugar de su habitual verde felino.

Inhala agudamente y cae de rodillas junto al cuerpo de Jeno, respirando gases. Mira lentamente y chilla a la vista. Con cautela empuja el cuerpo, pero no se mueve. Xuxi se inclina sobre él y comprueba su pulso.

Él sigue vivo.

Pero su latido ya es débil.

"Esta en coma. Esta en coma. Esta en coma ", se murmura a sí mismo repetidamente. Se maneja a sí mismo para eso Puede llevar el cuerpo de Jeno fuera de la habitación y en su dormitorio, pero se ha detenido antes de que pueda hacerlo.

La puerta del estudio se abre volando y una figura está parada en el portón.

"¿Jeno? ¡Dios mío, Jeno!"!